Lectores y escritores

En este apartado el protagonista es el lector y sus creaciones, EL LECTOR ESCRITOR, en su sentido más amplio; es decir, no sólo el lector de mis libros sino todo aquel que quiera enriquecer este rincón literario con sus textos. Envíalos a la dirección:

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En el "asunto" de tu correo escribe el título de tu composición, tu nombre y, si lo deseas, tu lugar de residencia. Ejemplo:





La luz en la niebla. Pedro Márquez. Gran Canaria.



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¡BIENVENIDOS!

Una gran mentira - Yumara Padrón Martín

Mi amiga Lorena tiene 18 años, uno más que yo. Es una chica muy guapa, tiene un gran pelo de color negro, unos ojos marrones y una personalidad que mucha gente quisiera tener. Somos amigas desde primaria y nos compenetramos muy bien. El problema es que desde hace un mes no nos vemos, yo creo que es por su nuevo novio. Tiene 20 años y su forma de pensar es un poco machista y prepotente. Nosotras siempre salíamos por las tardes a dar una vuelta por mi calle. También solíamos sacar a nuestros perros por el parque, pero desde que tiene novio está muy rara con todo el mundo. El sábado por la tarde recibí un mensaje que decía: Hola Clara soy Lorena, mira va a ser mejor que nuestra amistad se rompa aquí, no me llames ni nada chao.

Yo me quedé en blanco. ¿Cómo me iba a decir mi amiga desde la infancia que nuestra relación se había acabado sin decirme un porqué? La estuve llamando toda la tarde pero tenía el móvil apagado y no la pude localizar.

Se lo conté a mi madre por la noche y tampoco se lo creía. Al día siguiente, volví a llamar a Lorena, insistí bastante hasta que me cogieron el teléfono y dijeron: Clara no me llames más que no quiero hablar contigo... Le pregunté muchas veces el porqué ya no quería saber nada más de mí, hasta que llegó un momento en el que la escuché llorar y fue entonces cuando colgaron el teléfono. Yo sabía que algo le estaba sucediendo y que no quería contármelo. Estaba súper agobiada así que decidí acostarme un rato. En mitad del sueño, escuché sonar el móvil que estaba encima de mi escritorio. Fui corriendo a cogerlo, era Lorena. Antes de que yo pudiera decir algo me dijo con miedo tenemos que vernos, tengo que contarte lo que me está pasando. Yo asustada le dije que viniera lo más rápido que pudiera a mi casa. Al cabo de diez minutos llegó, le abrí la puerta y me la encontré llena de moretones. La metí en casa y le pregunté que le ocurría.

Cuando me empezó a contar no me podía creer lo que estaba diciendo. Todo había sido una gran mentira. Su novio la estaba manipulando y no la dejaba salir de casa. Lorena se quedó unos días en mi casa asta que dio parte a la policía de lo que había pasado. A veces, las cosas no son lo que parecen.

 

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