Lectores y escritores

En este apartado el protagonista es el lector y sus creaciones, EL LECTOR ESCRITOR, en su sentido más amplio; es decir, no sólo el lector de mis libros sino todo aquel que quiera enriquecer este rincón literario con sus textos. Envíalos a la dirección:

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En el "asunto" de tu correo escribe el título de tu composición, tu nombre y, si lo deseas, tu lugar de residencia. Ejemplo:





La luz en la niebla. Pedro Márquez. Gran Canaria.



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¡BIENVENIDOS!

Me llaman delincuente. Cristina Pareja Guerra

Desde hace tiempo la gente me señala y me apunta con el dedo, incluso algún policía me mira mal y cuchichea con su compañero. Pero nunca me dicen nada. Cada día estoy más intrigado por qué está pasando, incluso he llegado a pensar que es algo de mi aspecto. Hasta que un día iba por la calle, en un lugar donde nadie me conocía y me empezaron a gritar "delincuente". Fui a comisaría  a preguntar qué había pasado y a ver si me podían resolver las dudas, y así fue, todo resultó un error.  Había un chico que había cometido bastantes delitos que se parecía a mí, y desde ese instante me llaman delincuente. 

Nada es imposible. Cristina Pareja Guerra

Puede que el amor no siempre esté cerca de nosotros, incluso, esté más lejos de lo que nosotros podemos llegar a imaginar.  El amor a distancia nos llega a enseñar. Te valora mucho más la persona que no te puede tener que la que te tiene a un centímetro. Cuando el amor es verdadero no hay distancia. Puede superar todas las barreras. El amor a distancia puede ser difícil, pero no hay nada imposible.

El miedo que te paraliza. Cristina Pareja Guerra


Andaba por casa, eran las tres de la madrugada y me había levantado a por un vaso de agua bien fresco. Abrí la nevera y agarré la botella, fui hacia el armario y cogí un vaso, poniendo agua en éste, bebiéndolo después. Volví a poner la botella en la nevera y la cerré. Apagué las luces y me dirigí al baño. Subi las escaleras para volver a mi cuarto, entre al pasillo y encendí la luz. Anduve con mucha cautela para que mis padres no se dieran cuenta de que me había despertado a estas horas. Entré en mi habitación y cerré la puerta muy despacio para no hacer ruido. Me tumbé en la cama de nuevo, pero me levanté ya que me había dado cuenta de que la luz me la dejé encendida. Abrí la puerta cuidadosamente mientras pensaba el por que no me había dado cuenta antes. Volví a andar con cuidado hasta llegar al principio del pasillo, pero cuando llegué escuché que en el piso de abajo llorar a una niña. En ese momento el miedo me paralizó, mi respiración se aceleró y yo me quedé de la misma forma sin poderme mover. Estuve así en esa postura durante unos cinco minutos hasta que mi madre se levantó de su cama y abrió la puerta para mirarme. La miré sin saber que hacer, pero por fin, había parado de llorar.
- ¿Qué haces a estas horas despierto?
- N-no..es que tenía sed y fui a beber..-Dije a la vez que tragaba saliva-
- Venga a la cama. –Mi madre se acercó donde estaba yo y apagó la luz, agarró mi mano y me dejo en su habitación, para que después yo fuera solo a la mía-
- Si…
Me dirigí a mi cuarto y me tumbé, me tapé hasta la cabeza y sin poder dormir en toda la noche pensé en lo que había pasado.

Tu destino. Cristina Pareja Guerra

Tu destino es estar junto a mí, es compartir todo lo que tienes conmigo. No veo otro destino sino es ese. Levantarme cada mañana y ver que estás a mí lado, ser lo primero que vea, mientras que también seas lo último que vea antes de acostarme, que tus labios sean los únicos que toquen los míos. Que mi piel sea la única beneficiada de tu suave tacto. Pasar una vida junto a mí es tu destino, al igual que el mío

Te digo la verdad. Cristina Pareja Guerra

No quiero volver a verte, me has hecho mucho daño. Quiero que salgas de mi vida hasta el punto de no tener ningún recuerdo tuyo. Quiero olvidarme de tus besos, de tus caricias y sobre todo, de tus palabras.  Me dejaste tirada como siempre e intentabas arreglarlo con palabras bonitas que eran mentira, todo era mentira. Gracias a ti aprendí a que hay que decir la verdad aunque duela, es lo único que he sacado bueno que de esta relación. Y eso es lo que estoy haciendo. Si te digo la verdad, sólo me das pena, mentiroso.

La última lágrima. Cristina Pareja Guerra.

Me avisaron de lo que estaba ocurriendo. Llegué al hospital y con mucha rapidez cogí el ascensor para que me llevara hasta tu planta, la planta dos. Buscaba por todas las habitaciones.  Le preguntaba a los enfermeros, pero ninguno me sabía decir,  mientras que yo me daba prisa para llegar lo más rápido posible, hasta que la encontré. Me quedé plantada delante de la puerta, me daba miedo pasar.  Abrí  la puerta de aquella habitación, tú giraste la cabeza y me miraste. Solté un gran suspiro desde la nariz  y me acerqué a ti. Estaba parada enfrente tuya, y tú estabas en esa cama, agarrándome la mano para despedirte de mí, estabas tú más preparada para el fin que yo. Escuchaba atentamente tus palabras mientras estrechabas mi mano con más fuerza, no sé de donde sacabas esas fuerzas para hablar en estos momentos. Empezaste a recordar todos esos momentos tan felices que pasamos juntas.  Al escuchar todo eso noté como aparecía un nudo en mi garganta, pero quería parecer tan fuerte como tú. Poco a poco noté como mis ojos se llenaban de lágrimas, intentando hacer que expresara mis sentimientos, hasta que una lágrima se desbordo de mi ojo y cayó recorriendo mi mejilla. Desde ese momento ya no pude parar de llorar. Me pediste que acercara mi oído a tus labios, ya que te empezaban a fallar las fuerzas para hablar con claridad. Me susurraste un te quiero mientras mis lágrimas caían sobre ti. Me incorporé de nuevo, y asentí, correspondiendo al te quiero a la vez que mis ganas de llorar aumentaban. Me derrumbé y solté tu mano por un instante, quería darte mi último abrazo, así que lo hice como pude, aunque quería abrazarte con fuerza. Tenía miedo de hacerte daño, así que lo hice con suavidad.  También me abrazaste cómo pudiste  y  te besé la mejilla, esas mejillas arrugadas que tanto me gustaban. Ya llegaba el fin, mientras nos mirábamos veía como tus ojos comenzaban a cerrarse. Cerraste los ojos para siempre, pero pude observar como  de tu ojo izquierdo brotaba una  lágrima…Tú última lágrima. 

Cuando suene el teléfono. Cristina Pareja Guerra. 4ºB.

Mi madre  tenía que ir trabajar, como todos los Sábados. Antes de irse me dijo que cuando sonara el teléfono no lo cogiera, pero de todas formas, a esa hora no iba a llamar nadie. Cuando ya se marchó, me senté en el sofá a ver la tele.  Miraba  el reloj que marcaba las dos de la madrugada. Comencé a quedarme dormida. Cuando cerré los ojos por completo el teléfono empezó a sonar, me levanté sobresaltada  y  fui a cogerlo. Cuando estire la mano me lo pensé mejor, y recordé las palabras de mi madre, pero también podía ser que le había pasado algo. Lo cogí y con voz temblorosa pregunté quién era, al otro lado sólo escuchaba una respiración agitada, colgué esperando a que no volviera a llamar.

Una tarde cualquiera. Cristina Pareja Guerra.

Había salido de clases, pero aún no me apetecía ir a casa, así que decídi irme a dar una vuelta. Supuse que iba a ser una tarde especial. Iba andando por las calle, hasta que me encontré un parque. Al llegar a éste me senté en el primer banco que vi, esperando a que pasara algo importante. Pasaban las horas. Veía como la gente iba de un lado a otro y llegó la hora de volver a casa. Supuse mal, simplemente fue una tarde cualquiera. 

¿Y si fuera verdad?. Cristina Pareja Guerra.

Cuando llegaba  noche, me tumbaba en mi cama y cerraba los ojos hasta dormirme, incluso en días en los que no podía dormir. Cerraba los ojos y ponía mis manos sobre mi estómago para dormirme y relajarme. Desde hace días, cuando consigo dormirme, siempre en mis sueños aparece una chica. En esos sueños siempre nos estamos demostrando cariño. Y cuando estamos apunto de besarnos me despierto. Me despierto con el corazón a mil. Agarrándome bien fuerte a la sábana después de cada sueño, pregúntandme a mi mismo "¿Y si fuera verdad?"

Solo tres palabras. Cristina Pareja Guerra

Un día especial, un día para recordar toda la vida, un día que ha quedado grabado en mis recuerdos con fuego cuando aquella tranquila noche tú me dijiste ''Te quiero''. Todo pasó muy rápido, como una estrella fugaz. Tú me agarraste de la mano, a la par que entrelazabas mis dedos con los tuyos por muy vergonzoso que ésto fuera. Ambos nos sonrojamos y dirigimos la mirada hacia el lado contrario, como si fuésemos niños pequeños. Pero tú te armaste de valor y acercaste tu rostro al mío, aprovechando que no te miraba para besar mi mejilla, apartando un mechón de pelo de mi cara, encajándolo en el arco de mi oreja, me hiciste estremecer. Gire con lentitud la cabeza y te miré a los ojos, tú me miraste a mi. No me podía creer lo que estaba apunto de suceder...en ese instante se paró el tiempo y me besaste. Nada más separarnos de aquel tierno beso acercaste tus labios a mi oído y susurraste : Tú, yo, nosotros...

Justo encima de mí. Cristina Pareja Guerra

Como todos los verano eran las fiestas del pueblo. Decidí salir esa noche con todos mis amigos, y quedar en el mismo lugar de todos los años. A las doce de la noche estábamos todos en aquella fuente rodeada de césped, donde ya se podía escuchar la música y las voces de la gente. Nos saludamos y todos nos dirigimos a la verbena. Al llegar pudimos ver a toda la gente que no paraba de bailar, lo que hizo que algunos de nosotros nos animáramos a hacerlo; todo el mudo llevaba un vaso con bebida en la mano menos nosotros. Me decidí ir a la tienda de bebidas, y pedí un vaso de ese refresco de limón que tanto me gustaba ya que no iba a beber. Alce el vaso y le dí un gran sorbo para refrescarme debido al calor que daba tanta gente y tantas luces. Les pregunte que si íbamos al centro de la fiesta, y ellos dijeron que si. Cuando estaba apunto de llegar al centro, un hombre bastante borracho cayó justo encima de mí. Caí al suelo junto con él y lo agarré como pude, golpeándome con la cabeza en el suelo levemente. Cuando nos caímos, un hombre que estaba por esos alrededores y había visto lo sucedido comenzó a llamarle, mientras que mis amigos le llamaban y agarraban de los brazos intentando levantarle, el chico no se inmutaba y entonces llamó a la ambulancia. Intentábamos reanimarlo como podíamos, pero tampoco queríamos tocarle mucho por si podía empeorar puesto que no sabíamos lo que tenía. Al cabo de unos diez minutos desde lo lejos pudímos oír el sonido de la sirena, eso indicaba que la ambulancia ya estaba al caer. Dejaron aparcada ésta y bajaron con la camilla, lo levantaron con cuidado y lo colocaron sobre ésta con delicadeza, estaba bastante grave. Lo subieron a la ambulancia y se lo llevaron dirección al hospital, había tenido un coma etílico.

Nada es imposible. Patricia Cabrera Moreno

Una mentira que nos decimos a nosotros mismos para intentar apaciguar el dolor, de no poder hacer algo, de no poder conseguir algo, y lo que hacemos para no perder la poca esperanza que queda cuando terminan las cosas.
Pero al fin y al acabo de poco sirve, cuando te das cuenta de que hay cosas imposibles... como es darle para atrás al tiempo...o intentar sanar heridas del el pasado para poder seguir... a lo mejor pensar esto es de una persona poco luchadora, pero no es así, es el punto de vista de una persona cansada de luchar por cosas imposibles.
Pero esto no es para desilusionar a nadie, solo es otro punto de vista distinto al de los demás, para yo poder expresar mis pensamientos.

todos los días de mi vida. Patricia Cabrera Morenos 4ºA

Me he dado cuenta de que querer a alguien no es por un determinado tiempo, al contrario es una cosa de tiempo indefinido, que muchas veces es modificado por los problemas o disgustos que tengas con esa persona.

En mi caso pensaba que sería por un determinado tiempo, pero como siempre me equivoqué… una vez hace un par de años conocí a un chico el cuál parecía muy bueno y agradable; aunque al principio no me gustaba demasiado y ,no lo quería tanto con él me decía que me quería a mi; eso cambio con el tiempo, poco a poco me fui volviendo loca por él , y poco a poco también paso de no ser más que un simple chico más , a ser gran parte de mi vida.

De no sentir nada, acabe enamorando me de él, de sus imperfecciones y de sus virtudes…pero como todo en está vida nuestra relación de pareja se terminó, debido a todas esas peleas por cosas tontas y sin importancia, que poco a poco se fueron convirtiendo en un gran problema. Pero a pesar de todo el daño que me hizo, yo lo sigo queriendo tanto como antes.

Hubo un tiempo en que éramos amigos, y nos intentábamos ayudar en todo lo que podíamos, pero ya hace dos meses que no nos hablamos… ya que él se va a ir a vivir a otro lugar, y si siguiéramos siendo amigos lo terminaría pasando peor… pero aun así me duele saber que no me voy ni a poder despedir de él…

Así que en el fondo lo que dicen es verdad. Cuando una cosa se acaba duele y fingimos que no nos importan esas personas, a las cuáles decimos que ya no queremos. Pero en realidad nos duele, nos destroza por dentro, pero negamos lo evidente, que queremos a esas personas, a las que ignoramos. Y eso es lo que me pasa a mí pero sinceramente ¡NUNCA! Podré olvidarlo, y viviré todos los días de mi vida queriendo lo y echando lo de menos, porque una ves él fue mi vida.

Con solo una sonrisa. Patricia Cabrera Moreno

Bueno ayer no fue uno de mis mejores días la verdad, estoy muy estresada, cansada y decepcionada. Estoy en los últimos exámenes del curso, y últimamente no paro de discutir con mis amigos.
Ayer me vino a ver un amigo mio que hacia un par de semanas que no veía, lo malo es que yo para no variar estaba durmiendo, así que, él me despertó. Cuando por fin pude mantener los ojos abiertos, nos sentamos a hablar y le conté todo lo que me estaba pasado; él se quedó quieto, sin expresión alguna, allí inmóvil, solamente escuchando me. Al terminar de contarle todo, me eche a llorar, entonces se acercó y me dio un abrazo, y con una sonrisa en la cara me dijo "no pasa nada boba", y en ese momento pare de llorar. No sabía ni que hacer, porque con solo una sonrisa, por un momento me olvide de todo.

Maldito Viernes. Cristina Pareja Guerra

Hoy es ese día de la semana, ese día en el que estás tan alegre porque, por fin, a llegado el fin de semana. Como siempre me quedaba un rato más en el Instituto después de que acabaran las clases hablando con mis amigas, y ellas como siempre me acompañaron hasta donde mi padre me recogía. En vista de que no llegaba les dije que se fuesen y me senté en el filo de la cera mientras pasaban los minutos, al principio no me preocupe, puesto que estaba distraída con esa música que tanto me gustaba. Al ver que ya había pasado media hora comencé a llamar a mi padre, como siempre apagado o fuera de cobertura, llamé a mi madre, desesperaba pensando que ya le había pasado algo, yo siempre siendo tan exagerada, se lo conté todo a mi madre pero ella me dijo que no me preocupase. Me levanté puesto que necesitaba caminar por los nervios, lo más sorprendente es que justo en ese momento un camión que llevaba ahí todo el tiempo se movió, dejando ver el coche de mi padre y a éste bastante enfadado. Subí al coche mientras ya mi padre me miraba con esos ojos que aveces aterraban, le miré y nada mas hacerlo comenzó a echarme la bronca. 

El secreto. Cristina Pareja Guerra

Hoy era mi cumpleaños, 25 de Diciembre, cumplía 9 años. Andaba por las calles, éstas estaban llenas de lucecitas de colores, y se podía escuchar como en las radios sonaban los villancicos en cada tienda que había en la calle. Al final de ésta, había una rotonda, y dentro de ésta había un árbol de Navidad bastante grande, envuelto en cadenas de colores brillantes. Abrí la puerta de casa, y antes de entrar me limpié los zapatos con el felpudo. Me quité la rebeca y la sacudí levente, colgándola después sobre la silla que había entrando al comedor. La cena aún no estaba lista, así que decidí sentarme en el sofá y ver si echaban alguna película navideña. Si giraba la cabeza podía ver como mi madre salía de la cocina con el mantel para ponerlo sobre la mesa. Al fin llegó mi padre, pero mi madre antes de que entrara se colocó enfrente mía, no me quería dejar ver las bolsas que traía en las manos, y por más que intentara ver ella se movía a la vez que yo. Pude divisar unas bolsas, pero no demasiado bien ya que mi madre tiraba de mi para llevarme al comedor. Acabé de cenar y subí a mi cuarto. Eran las doce en punto, y en un par de horas bajo el árbol estarían los regalos que le había pedido a Papá Noel, estaba entusiasmada y nerviosa. Me acosté, y a los veinte minutos me levanté al escuchar como mis padres se iban a la cama. Ya que me dio bastante frío, abrí el armario y en la estantería de arriba habían unas cuántas bolsas, qué casualidad que fueran parecidas a las que le vi a mi padre. Di varios saltos y conseguí con la punta de los dedos tirarlas al suelo. Abrí la bolsa y vi lo que me había pedido para Papá Noel, seguidamente apareció mi padre pensando que había pasado algo. Cuando llegó, sólo pude tragar saliva con fuerza al saber lo que venía a continuación.

Un beso imposible. Cristina Pareja Guerra

Era una tarde demasiado fría. El frío golpeaba de lleno en mi pecho. No sabría que en aquel instante, en apenas segundos, los recuerdos de aquellos labios prohibidos iban a invadir mi pensamiento. Ese chico con ese pelo de color negro y ojos verdes. Estábamos en ese mismo banco, mirándonos a los ojos. Escuchando cada palabra que salía de esos labios. Mientras mantenía la mirada fija en estos. Recuerdo de la manera que me agarraba la mano, tan suave. Como me encerraba en ese abrazo el cual me transmitía mucho cariño y calor. Ese colonia que él siempre se ponía cada vez que salía conmigo, aún recuerdo perfectamente su aroma. Recordé muchos de aquellos días en los que la lluvia nos mojaba a los dos, y él, sin más, me colocaba su cazadora por encima de mi cabeza para que ésta no cayera encima de mi. Aquellos días en los que comíamos helado. Volví a retomar la razón, y me di cuenta de que sólo eran simples recuerdos, pero a la vez dulces de unos besos imposibles.

En la madrugada. Cristina Pareja Guerra

Era una noche sombría, casi sin darme cuenta se me había pasado el toque de queda y era de madrugada, o por lo menos eso quería dar a entender. Entre en casa a urtadillas, esperando que nadie se diese cuenta de mi presencia, agarré mis zapatillas de casa para no hacer ruido y comencé a subir esas escaleras que llevaban a mi habitación. Ya estaba en la puerta, apunto de cumplir mi objetivo, entré y cerré la puerta tras de mi, llegué hasta la cama, rezando para que mi hermano, que dormía en mi misma habitación no se despertara tampoco, una lastima que al estar tan conectrada en no despertar a nadie me equivocace de cama y posé mi mano sobre mi hermano, el cual del susto gritó. De inmediato mis padres se levantaron corriendo hacia el cuarto para ver que había sucedido y me pillaron allí...asustada, sentada en el suelo...de madrugada.

No lo soñé. Cristina Pareja Guerra

Eran las cinco de la mañana, y aún no me había podido dormir, ese día había tenido demasiadas emociones como para poder dejar de pensar en ellas y mucho menos creermelas. Bajé a la cocina, y tras beber un vaso de leche caliente fui al sofá y me acosté allí para ver un rato la tele. y sin darme cuenta me quedé dormida, en una postura algo estraña. Comencé a soñar con todo lo que me había pasado, con ese día tan emocionante, el día más feliz de mi vida...por fin había cumplido mi sueño, ver a esa preciosa niñita que aún eres, ese pelo ondeando al viento, esos labios que se movian mientras cantabas dando lo mejor de ti, como en cada concierto. No me podía creer que te estuviese viendo en vivo y en directo, cada vez que te sacaban en la pantalla grande no podía evitar emocionarme y a la vez que no paraba de llorar gritaba tu nombre, sabiendo que posiblemente esa sería la última vez que te vería. Después de todo ese viaje, ese frío insoportable, y esa soledad al no poder estar con mi familia...después de todo eso mereció la pena hacer ese viaje. Justo en ese momento tan feliz me desperté, tenía los ojos completamente llenos de lágrimas, la emoción de ese sueño había transpasado a la realidad, y en ese instante me pregunté si realmente todo había sido un sueño...todas mis ilusiones se habían venido a bajo. Recordé que había dejado esa preciada entrada en un lugar donde nadie pudiese encontrarla, corrí hacia ese lugar, desesperada...al llegar a ese lugar me temblaba todo el cuerpo, cerré con fuerza los ojos y me armé de valor para abrir esa caja y saber si todo había sido fruto de mi imaginación...pero no, abrí esa caja y allí estaba, esa entrada roja y blanca, todo había sido tan real como lo creía.

A la luz de la vela. Cristina Pareja Guerra

Era una noche como otra cualquiera. Como cada viernes estrenaban una película, una que esperaba con impaciencia, en vista de que aún quedaba media hora para que empezase decidí sacar al perro a dar una vuelta, ya que no paraba de ladrar y de correr solo en el jardín. Mientras lo paseaba no dejaba de mirar el reloj, mientras él no paraba de tirar de la correa, deseando que lo soltara para que pudiese correr. Al poco rato lo volví a mirar, ya quedaba poco así que pensé en irme ya a casa porque se tardaba un poco. Entré en casa, solté al perro y guardé la correa, ¿quién me iba a decir que tendría tan mala suerte que se iba a ir la luz? Estaba enfadada y a la vez impotente por no poder hacer nada, llame a mi madre desde el móvil para que me dijese donde estaban las velas. Encendí una y me senté en frente, mirando como poco a poco es esperma caía por esta, no había nada con que entretenerme, tan solo lamentarme a la luz de aquella vela.

Nada es imposible . Néstor Moreno Artiles

Este mundo esta lleno de subidas y bajadas , pero siempre recuerda que si puedes soñarlo puedes realizarlo solo tienes que poner todo en ellos y hacer tus sueños realidad , porque en esto mundo no ahi nada imposible . Lo unico que sabes que en esta vida te va a pasar de seguro es morirte así que siempre ahí que intentar cumplir todos tus sueños y ser feliz porque este mundo es para disfrutarlo .

Con una sola sonrrisa. Néstor Moreno Artiles

Con solo una sonrrisa se puede cambiar mucho en esta vida . Solo una sonrrisa puede ser que mueva este mundo para que estar mal si puedes ser feliz .Eso le pasaba a un amigo solo estaba con una mala cara siempre en todo hasta que apriendio a ver la vida de otra manera y ahora es mas feliz que nadie porque solo una sonrrisa puedes habrir muchas muchas puertas .

Querida abuela . Néstor Moreno Artiles

Desde hace unos meses siempre eh pensado en hacerle una carta a mi abuela que se titule : Querida abuela . Quisiera hacerlo por todo lo que ha echo ella por mi para que nunca se olvide de mi y que siempre sepa que la querré por siempre . Agradecerle por la forma en que me crío , en los valores que me formo . Se que no estará contenta por mi situación pero no tuve otra opción y se que hay veces que te da verguenza decir por ahí va mi nieto .Pero siempre tenlo en cuenta querida abuela todo esto no lo eh echo porque quisiera si no que no tenia otra opción pero siempre ten en cuenta que siempre te querre por siempre y que siempre seré libre como tu algún día me dijistes .

Todos los días de mi vida . Néstor Moreno Artiles

Comienza el verano y yo estaba muy emocionado para ver lo que me esperaba este verano .Todo empezo como siempre típicos aburrimientos y salidas con los amigos. Pero esto parecía que iva a seguir así todos los días de mi vida porque no había nada interesante que hacer . Hasta que llego un día un nuevo vecino a esta urbanización donde yo residía y fui a ver quien era y por lo visto no tenia ningún amigo entonces comenze hablar con el y me callo muy bien . Terminamos todo el verano juntos para un lado y para el otro , todos los días haciendo cosas y pasandolo bien . Al final resulto que este verano fue mas que inolvidable.

Una gran mentira . Néstor Moreno Artiles

Una mañana de un calor abrazador procedia a dar una vuelta por el parque . Donde me encontre a mis amigos de toda la vida, y ademas por alli también me encontre a la chica de la cual yo estaba bien enamorado. Mis amigos me llamaron para que acudiera a ellos pero al mismo tiempo me llamo la chica , preferi ir antes aver porque me llamaba ella y me dijo si queria ir a dar una vuelta con ella y yo acepte , pero le dije que lo haria despues de que hablara con mis amigos . Fui a donde estaban ellos y me recordaron que habia quedado con ellos, pero yo queria disfrutar de la tarde con la chica asi que les dije que no podia que tenia que cuidar de mi hermano . Entonces me fui a dar esa vuelta y pasar la tarde con la chica .Al día siguiente ya mis amigos no me hablaban les había pegado una gran mentira .

Patricia 4A

Querida abuela.

Querida abuela hace tres meses que te fuiste, y parece que fue ayer. Todos están muy tristes yo entre ellos, pero la que peor está ya te lo podrás imaginar, es mamá, te hecha mucho de menos y no hay noche que no rompa a llorar.

Los fin des de semana ya no son iguales sin ti, las tardes con él abuelo son muy duras ya que lo veo muy cabizbajo y se siente fuera de lugar sin ti, ahora está mucho más con sus pájaros (creo que es lo único que le consuela en estos momentos), sé que odiabas a esos pájaros insufribles pero le ayudan a seguir para delante. Todo estamos muy pendientes de él, le hacemos la compra, hablamos con él, le hacemos la comida... Así que no te preocupes porque dentro de lo que cabe está bien.

Yo sigo soñando contigo en el que vienes y secas mis lágrimas, me das un dulce abrazo junto con un tierno beso. Pero cuando me despierto veo la realidad, tu no estas y no vas a volver, a darme esos abrazos que tanto me gustaban, esas bromas que nos hacíamos, esa mirada tan tuya cuando no te gustaba algo que hacía…pero lo que más hecho de menos… es a ti. Tu sabiduría, la que me ayudo en tantos momentos.

Por último y no es una despedida si no un hasta luego, quería decirte que fuiste muy importante para mí, eras en la que me podía apoyar, y bueno y en la que me sigo apoyando (ahora de una forma distinta) pero me ayuda igual que antes hablar contigo. Y nunca, nunca, nunca vas a salir de mi mente por mucho tiempo que pase.

PD: Te quiero, y cuando nos volvamos a ver ya nadie nos podrá separar.

 

Patricia 4A

Me falta el aire.

Desde que se fue ya no se como respirar…todo aquí a cambiado, aunque la gente de mi alrededor no se dé cuenta. ¿Cómo se puede tener tan mala suerte de que cada vez que quiero a una persona se vaya de mí de lado?, no se como pero yo la tengo, y otra vez por mis cosas y mis palabras lo han destrozado todo… La persona más importante para mí se fue para siempre, y no fui capaz de decirle todo lo que lo quería, de lo mucho que me arrepentía de todo lo que había pasado…Y lo que más siento es no haberme despedido de él.

Me llaman delincuente. Jeanette Almeida Rodríguez

Era un chico de quince años llamado Raúl, siempre estaba de buen humor, ayudaba a todo el que lo necesitaba, y nunca decía que no a nada, un día Raúl se fue de fiesta con unos amigos algo que no hacia, y por lo visto se habia escapado de su casa, cuando su hermano Pablo se dio cuenta de que Raúl no estaba, decidió llamarlo y Raúl le dijo que fuera a buscarlo. Pablo salió hecho una furia y por el camino un conductor ebrio lo arroyo con su camión, cuando Raúl se entero de que Pablo habia muerto entró en shock y cambio por completo su carácter, se volvió malo y sin sentimientos, hasta que consiguió que lo llamaran delincuente y así se quedó el resto de su vida.

Te digo la verdad. Jeanette Almeida Rodríguez

El día tres de junio por la tarde me encontraba en Las Palmas de Gran Canaria más sola que la una, y decidí irme al cine del centro comercial Las Arenas, bueno pues cuando estaba ya sentada en las butacas, apareció un chico alto, moreno, guapo, que se sentó a mi lado, mientras se emitía la película permanecíamos inmóviles y prestando atención, pero cuando término la peli me levante y me fui. Unos minutos después me fui a ver la ropa de Primark, cuando me di la vuelta ahí estaba, pero no le di importancia hasta que me di cuenta de que me estaba siguiendo, sí les digo la verdad, me dio un poco de miedo pero al final pude perderlo de vista.

El miedo que nos paraliza. Ángel Díaz. Gran Canaria.

El miedo que nos paraliza a ser ignorados. A ser tirados como colillas. Ese miedo que tenemos al famoso NO. Ese miedo que hace que perdamos las grandes oportunidades de la vida. Ese miedo que en un momento nos marcó para siempre. Ese miedo que se siembra por encima de muchas personas. Ese miedo que reparte la desconfianza por el mundo. Ese miedo que brota ente la gente haciendo estragos. Ese mísero miedo que hace que nos quedemos sin recursos en momentos importantes. Es ese miedo el que hay que olvidar, el que hay que luchar, el que hay que combatir.

La última lágrima. Ángel Díaz. Gran Canaria.

La última lágrima significa la meta del sufrimiento, un sufrimiento incesante, inagotable. Cuando alguien te falla, alguien a quien tu quieres esto es lo que pasa, lloras. La última lágrima significa el proceso final de una etapa de malos momentos y el comienzo de una nueva, con considerables cambios. Es una etapa dura, muy dura. Es esa lágrima que ocupa tus ojos, esa lagrima que lastima tus sentimientos. Es muy duro pensar en sus efectos causados. Es esa lágrima la que termina y comienza un periodo de reconformación de los sentimientos. Ahora yo sé que no estoy después a llorar, ni a recordar nuestros momentos. Ahora estoy dispuesto a avanzar y a decirte que la que debes ahora cambiar eres tú. ¿Recuerdas aquellos momentos que vivimos juntos? Pues ahora toca olvidar, llorar, limpiar. No quiero huellas tuyas en mi mente, y mucho menos, en mi corazón.

Quisiera volver, pero ya es mucho el dolor que has creado en mi. He tenido muchos momentos de confusión, pero sé que no daré ni un solo paso hacia atrás. Comienza el periodo de remodelación de mi ser. Ahora debes pagar el daño que has causado. Esto me ha hecho aprender muchas cosas en la vida. Hoy estas en la cima de la felicidad, mañana en el fondo de la tristeza. Quiero decirte que hoy me fallas, pero quiero que sepas que hoy, esta lágrima será la última que derrame por ti.

En el fondo te sigo queriendo, pero cada vez esta llama se apaga más y más. Te deseo lo mejor, pero ojalá y nunca pases lo que yo estoy pasando, te será muy difícil.

La ultima lagrima. Oliver Ruiz Monzón. Gran Canaria.

Recuerdo aquel instante del primer beso y del primer adiós, cuando en aquellos instantes tu sonrisa provocaba mi primera lagrima y donde tu ausencia estaba presente en mi vida. En aquellas noches perfectas donde estábamos tu, mi mente y una hoja en blanco. En aquellos hermosos lugares en el que el sol se perdía en el horizonte infinito, pero en el instante del último beso y del último adiós despertarme en esta realidad y saber que la ultima lagrima nunca llegara.


El miedo que nos paraliza. Oliver Ruiz Monzón. Gran Canaria.

Tengo miedo a perderte, a olvidarte. Tengo miedo a saber que tu felicidad no será gracias a mí y es que no me imagino una vida sin tus besos, sin tu olor, sin ti…

Pero me he dado cuenta de que con el tiempo este miedo que me paraliza desaparecerá porque el amor llega cuando menos te lo esperas, al igual que cuando se va. Adiós.


Tu destino. Ángel Díaz. Gran Canaria.

El destino…. Todos pensamos en eso, una simple palabra que es todo un futuro, una cantidad determinada de cosas que están por pasar. El destino, se oye decir que está escrito, yo no creo en eso sinceramente. El destino puede depender de muchas cosas. A veces pienso que si alguien podrá ver su destino. Sería interesante poder ver lo que te deparará el futuro. Pero la vida no sería lo mismo si supiéramos nuestro futuro, sería una monotonía y una vida sin ninguna sorpresa. La vida es cosa del destino y si éste se pudiese cambiar, la vida no sería nada. Todo lo sabríamos. La muerte es cosa del destino, y es ésta la que nos hace actuar de una forma determinada y la que nos impulsa a realizar determinadas acciones por cosa del tiempo. Todos sabemos que en la vida debemos realizar acciones para recibir recompensas. El impulso de la vida es el destino, nos marca unas pautas a seguir, que se van sucediendo con el tiempo.

Ahora es cuando pienso que mi destino depende de las cosas que haga en un futuro cercano y en el presente. Mis estudios marcaran mi futuro. Mi educación será vital. Algo mas que va a marcar mi destino será esa persona. Una persona especial que te haga ver la vida de otra manera. Que te haga feliz, que te de inolvidables momentos. Lo sé, sé que en mi destino estará esa persona. Siento como algo especial me envuelve cuando lo pienso. Aprovecho este momento para decirte que si algo quiero en mi vida, es que tu destino y el mío, se fusionen, y formen el destino perfecto.

Me llaman delincuente. Oliver Ruiz Monzón. Gran Canaria.

Me llaman delincuente sin tener pruebas de que yo sea el culpable. Porque en esta sociedad el pronombre mas utilizado es el "yo" y los prejuicios son lo primero en lo que nos damos cuenta, porque si eres diferente a los demás, siempre eres el culpable y no conocen la diferencia entre raza y ser humano.


Te digo la verdad. Oliver Ruiz Monzón. Gran Canaria.

Te digo la verdad cuando te digo que te amo, porque cuando yo amo, amo de verdad. Ya que para muchas personas un "te quiero" es algo aleatorio y para muchas mujeres, los hombres no saben amar y es que las mujeres piensan en el amor, los hombres aman sin pensar.


Me falta el aire. Jeanette Almeida Rodríguez

Una tarde calurosa, andaba yo por guia con mis amigas, cuando de pronto, lo vi y sentí que me faltaba el aire, era como sí me hubiera dado un vuelco el corazón y sintiera que no podía vivir sin el, pero en realidad no quería estar con el porque sabía como era y porque mi cabeza me decía que el no me convenía, pero mi corazón decía que yo le quería y que no podía vivir lejos de el, aunque lo intentará con todas mis fuerzas. Pero no sirvió de nada que yo le echará de menos, ya que el no hacia nada por demostrar que me quería o que quisiera estar cerca de mi, trate de olvidarlo pero no pude y jamás podré

Te digo la verdad. Amanda Melián Santana

"Te digo la verdad cuando yo no fui la que dijo todas esas cosas, te digo la verdad cuando, cada vez que te veo por los pasillos tu me esquivas, te digo la verdad cuando pienso que debería haberme echo valer para evitar este malentendido, te digo la verdad cuando te digo que muero cada vez que al verme tu sonrisa se apaga, te digo la verdad si te digo que, cuando oigo tu risa, mis piernas comienzan a temblar y siento cosquillas en mi estómago, te digo la verdad cuando te veo al lado de ella y me enervo por dentro. Te digo la verdad cuando te pido que confíes en mi, que no te fallaré nunca, que siempre estaré ahí para ayudarte, animarte. Te digo la verdad cuando pienso en como sería el roce de tus labios contra los míos. Te digo la verdad, cuando mi mirada te pide a gritos que me abraces y que no me sueltes. Te digo la verdad cuando siento que muero porque sé que tú, nunca llegarás a sentir lo mismo, que nunca podrá haber un nosotros, que nunca estaremos tan unidos como antes, que no se llegará a encender esa chispa electrizante, que el nunca seguirá siendo nunca y que ambos solo seremos desconocidos ante los ojos de cada uno...te digo la verdad, cuando ahora mismo acabo de tragarme mi orgullo, para decirte..que te quiero...sí, te quiero".

A los pocos segundos de cerrar su ventana, esta se iluminó. La abrió y comenzó a llorar;

"Te digo la verdad cuando te digo fuiste y serás la única,..te digo la verdad cuando digo que te quiero, que también te quiero con locura"

"Quien no arriesga no gana" pensó. Y que razón tenía...

El miedo que nos paraliza. Amanda Melián Santana

Esa sensación…difícil de olvidar, amarga, muy amarga a la hora de tragarla y asimilarla. La que nos vuelve duros, fríos, incluso a los más fuertes, asustadizos.

Muchas veces, es duro, cansado, agobiante, estresante, y así podría estar nombrándolo de cuarenta y tres mil ochocientas noventa y cinco veces, y seguro que sabrías de que hablo.

Yo, personalmente lo conozco bien, muy, muy bien, tanto que por él, he perdido la oportunidad de realizar muchas cosas, la mayoría increíbles, por supuesto, otras…bueno, no tanto. Por otra parte, soy de las que opinan que es bueno vivirlo, sentirlo. Esos nervios, ese malestar, que nunca viene mal, ya que por muchos de esos momentos nos damos cuenta de lo que de verdad tenemos, lo que de verdad queremos y lo que estaríamos dispuestos a dar y hacer para no perderlo.

Muchos, se arriesgan, quieren vivirlo al límite, poniéndose a prueba constantemente, pero bueno, de todo hay en este mundo. Desgraciadamente, hay gente, que no por suerte o desventura no lo han experimentado, y para mi, eso es un gran error, por que realmente nunca sabrán como afrontar situaciones, tomar decisiones, nunca experimentarán ese sentimiento de duda que nos invade a todos constantemente día sí y día también. Realmente, para mi no llegarán a ser personas, personas que sientan y padezcan.

Esto solo es una pequeña parte del todo, de la nada para mucho, de malas rachas para otros tantos, para unos pocos locos de este planeta, el miedo que nos paraliza.

Tu destino. Amanda Melián Santana

Yo nunca seré quien para decirte que debes o que no debes hacer. Yo no te juzgaré por tus actos, sino por como eres, lo que me puedes demostrar. Tampoco seré quien para obligarte a hacer cosas, quieras o no.
Ahora mismo pensarás, que qué hago yo aquí contándote todo esto…pues verás tan solo para advertirte de lo siguiente:

Que no cometas los errores que yo cometí, mejor dicho, que cometerás, porque, a día de hoy, estas ya te han traído, mejor dicho, te traerán . Que sepas cuidar de ti misma, que siempre tomes las mejor decisiones, que actúes de manera que nada ni nadie te puedan reprochar en un futuro. Que seas la más fuerte entre todas, aunque muchas veces, sientas ganas de abandonar y de dejarlo todo. Que cada vez que sientas que el mundo se te viene encima y las ganas de llorar van en aumento, tu te digas a ti misma "no merezco toda esta basura, yo puedo, yo lo haré".

Que cuando no tengas a nadie a tu lado para apoyarte, sepas sonreírle al mundo. No dejes que nadie, te diga nunca que no podrás, que no lo conseguirás, porque, ¿sabes qué? con el tiempo, aprendí que las personas que suelen decir eso, son las más inseguras, y que, realmente, ellas son las que nunca podrán.

Por último, contarte que por muy mal que lo estés pasando ahora, porque sé que es así, te conozco mejor de lo que piensas, no durará por mucho. Que esa felicidad que al parecer nunca llega, llegará. Que ese vacío que te consume, acabará muy pronto. Que ese alguien especial en el que no dejas de pensar por un segundo, te será correspondido.

Sí, se que ahora mismo, estarás alucinando, pero bueno, yo ya te he advertido, y espero que confíes en mi y lo cumplas, porque…porque es tu destino, sé lo que te conviene y lo que es y será mejor para ti.

Atentamente: Tu yo del futuro.

Me llaman delincuente. Amanda Melián Santana

No seré de las mejores personas de este mundo. Ni el más bueno, ni el más atento, ni el más cariñoso, pero ante todo, siempre yo. No suelo perder el culo por nadie, hablando mal, solo por y para mi mismo. ¿El bien y el mal?, tonterías, el dejarse llevar siempre ha estado y estará de moda. Siempre da buen resultado.
¿Qué, por qué te estoy contando esto?, ni yo mismo lo sé, lo único de lo que soy consciente ahora mismo es de la situación en la que me encuentro. Me acusan de haber cometido un delito, el cual por muchas cosas que yo pueda llegar a ser jamás cometería, que me creas o no, eso ya es otra cosa.
Sé que ahora estás pensando " Mira que chulería, que arrogancia y que egocentrismo perpetuo trae", pero, ¿sabes?, me encanta serlo, más que nada, porque sé, que hasta tu misma, estas intrigada por saber más. ¿Quieres que te lo cuente? depende, como puedo saber yo que tu eres de mi agrado, de mi confianza, alguien que no me traicionará como han echo durate toda mi vida.
¿Qué como me llamo?, podría decirte ahora mismo trescientos cincuenta mil ochocientos noventa y tres nombre que te los creerías todos, pero por ahora y para siempre te quedarás con este...me llaman...delincuente.

La última lágrima. Amanda Melián Santana

Todos sabían perfectamente como era, su carácter, sus manías, su temperamento, su forma de ser...conocían todo acerca de ella, pero, en realidad... no todo. 
Siempre la veían sonreír, reír, ella era la felicidad personificada, tan dulce, tan perfecta, tan delicada...
Ella, por otra parte, intentaba no decaer nunca, intentaba ayudar por todos los medios a los demás, lo daba todo por y para todos, aunque, como siempre, no recibía nada a cambio. La vida feliz, que aparentemente ella llevaba no era como todos creían, bien lo sabía, y esperaba seguir ocultándolo hasta el día de su muerte.
Las peleas sin fin, una guerra de titanes en la cual los protagonistas eran los gritos, la violencia, el estrés,..también formaban parte de su vida, su otra vida, la que nadie desearía ni a su peor enemigo. "Mi cara oculta..." se decía para si misma " y la que nadie verá...
"
Su única vía de escape era llorar, le tranquilizaba, le aliviaba, pero su manera de hacerlo era muy peculiar, ya que como les contaba a sus compañeros "Yo, prefiero llorar en la ducha, cuando cae el agua, se mezcla con las lágrimas y desaparecen por completo, así la situación no parece tan mala", pero ahora, ya no la aliviaba, ahora solo servía para pasar un mal rato.
Probó a gritar, romper sus peluches, como cual niña pequeña... mil cosas y ninguna servía, la angustia iba en aumento y su autoestima decayendo, era tan grande lo que guardaba, que si la gente supiera, se arrepentiría de muchas cosas. Cosas de las que se avergonzarían toda su vida, cosas, que si les pasaran a ellos no las aguantarían, cosas que nadie merece, ni el más arisco, malvado y rastrero...
Pasados los días, se volvía a encontrar en la misma situación. Encerrada, en su cuarto, las lágrimas no dejaban de rondar por su rostro, cayendo a su brazo...que estaba lleno de cortes. Cuando los veía sentía repulsión hacia si misma, una mezcla de todas las sensaciones, más desagradables del mundo.
Al lado de su mesilla, pudo ver algo que sobresalía de un libro, se acercó y lo abrió, era una carta. La abrió y en ese momento, fue cuando sus lágrimas, comenzaron a brotar con más fuerza. Esa, era la carta que le escribió su mejor amiga, hace cuatro meses, cuando se enteró de lo que ella hacía.

Al terminar de leerla, se limpió las lágrimas, apretó fuertemente la carta contra su pecho y gritó fuertemente " ¡La última, la última lágrima!, ¡Ya no más!"

Ahora todo iría bien, estaba segura de ello.

Me falta el aire. Martin Alzola Dominguez

Era tercera hora , nos tocaba Educación Física y hoy íbamos a hacer la prueba de resistencia , 15 minutos corriendo sin parar , no es mucho para una persona que está en buena forma física pero para mi si lo es , con el afán de aprobar la asignatura , ya que me veo a las puertas de repetir , me esforcé mas del doscientos por ciento de mi cuerpo llevándome a un limita enfermo para mí ya que mi cuerpo me pedía para mi mente me pedía aprobar a los 8 minutos casi me rindo pero seguí , dolor de espalda , y los muslos me dolían , me dolía el costado , la estaba pasando canutas , entonces a los trece minutos me caí , me desplome como un plomo sin sedal . Me dio asma notaba como me faltaba el aire. Pedí ayuda.

Solo tres palabras . Martín Alzola Domínguez

Estábamos en Febrero, mes de los enamorados, que cursi.

Mi novia y yo iríamos a la fiesta de una amigo  ella lucía un traje rojo como la sangre y yo un esbelto esmoquin.

Debíamos llegar a la casa a las nueve y media, y ya eran las y cuarto llegábamos tarde, nos faltaban por lo menos media hora de viaje.

Salimos a toda prisa nos subimos en mi coche y fuimos a la fiesta, mi novia me decía que no fuera tan rápido, y paso lo que paso, en una curva un gato salto de la acera y para no atropellarlo di un volantuzo, nos comimos un árbol y mi novia se quedo inconsciente asustado llame a la policía y la ambulancia vino al poco rato.

Ella se despertó a los dos días y dijo: ¡Cuidado el árbol!

 

Maldito viernes. Martín Alzola Domínguez

Como todo el viernes salgo con mis amigos a la calle, nos divertimos en la plaza y hablamos de la semana.

Un viernes conocí a una chiquilla, tendría unos 15 años, alta, pelo castaño, ojos verdes y buena figura.

Empezamos a hablar y empezó a notar que me gustaba, no solo su físico (fiiiiiuuuu) sino su personalidad, era alegre, simpática, sincera… era la chica perfecta.

Mis amigos me incitaron a probar algo con ella, pero yo la veía fuera de mi alcance, sus amigas me rumoreaban que le gustaba, no me lo podía creer, ¿Como le voy a gustar?

Entonces se lo pregunte y ella riéndose de mi me dijo que no…

Riéndose… mis amigos unos mentirosos me habían gastado una broma….

Desde aquel día, odio los viernes.

Bajo la luz de una vela. Martín Alzola Domínguez

Corría el año 1645 y el monje Lucas estaba en su estudio ojeando un libro, de repente entro monaguillo gritando a voz pelada: ¡SOCORRO! El monje asustado se acerco a él y vio desde la puerta como toda la iglesia se quemaba. Asustado corrió hacia el gran portón pero la iglesia se caía a trozos, ¿Cómo no se había dado cuenta del olor a quemado?

El monaguillo le dijo que fue culpa suya que él había provocado accidentalmente el fuego , Que sobre el caía toda la culpa , entonces , ellos dos subieron a la torre y desde allí se veía como toda la iglesia ardía , olía a incienso , el monje se acordó de su gran y extensa biblioteca , ya calcinada , corrió hacia ella en busca de algún resto que pudiera conservar ,y allí de desplomo, una gran viga de madera ardiendo le cayó sobre la espalda , se había quedado encerrado las llamas lo estaban consumiendo , se estaba quemando vivo , entonces el monaguillo se paro frente a él y vio como sonreía , una sonrisa malvada ,al monaguillo le estaban saliendo cuernos en la cabeza , y su cuerpo cambiaba con el paso de los segundos , grito :SOY BELCEBU , EL DIABLO , TU MONJE LUCAS MERECES MORIR POR LOS BIENES QUE HAS SACADO DE LOS POBRES , Y COMO CASTIGO ARDERAS EN EL INFIERNO ETERNAMENTE,  MU HA HA HA HA !!!!!

El diablo se había cambiado enteramente, lucía una piel roja como el mismo fuego y su sonrisa tenía un tono de odio, el monje suplico y suplico, pero el mismo sabía que se lo merecía.

Entonces despertó de un sobresalto y un grito pelado se levanto de su estudio estaba todo como antes, Estaba ahí frente a su estudio escribiendo bajo la luz de una vela…

Me llaman Delincuente . Martín Alzola Domínguez

El día anterior a la huelga de estudiantes, cinco niños se juntaron en  grupo para decidir las acciones que llevarían a cabo. Llenos de historias y de libros, algún informe de la esperanza de la liberación que traerían consigo las consignas de y el cómic V de Vendetta, votaron  actuar por fin.

 

Compraron botes de pintura, se proveyeron de máscaras y acudieron a la manifestación estudiantil, al día siguiente. De la protesta les echaron por niñatos. Ellos, obedientes y pacíficos, emprendieron la retirada y se sentaron a pocos metros junto a un muro donde muy artísticamente hicieron una pintada donde figuraba la hermosa A de su utopía.

Un grupo de policía secreta los detuvo, los llevó al cuartelillo bajo insultos y amenazas. Les quitaron las máscaras y los botes para hacer cuidadosamente las fotos de las pruebas incriminatorias. La impoluta autoridad tuvo un día redondo y demostró una vez más mucha valentía y cumplimiento del deber. Abrieron una denuncia. Una vez en el juzgado a unos cientos de metros, un menor golpeaba a su madre porque no le compró la play. Más allá un menor traficaba con drogas, O un grupo de adolescentes riéndose del secretario: No hay problema, vamos a divertirnos con este payaso, no pasa nada—decían algunos. Al otro lado, un grupo planeaba desvalijar los coches aparcados en las calles durante la noche. El día que nuestros protagonistas fueron a declarar ante el fiscal de menores, los hicieron esperar más de seis horas de la cita fijada. A nadie le importó que observaran la cara oculta de la luna. Quedaban muchos juicios sin resolver. De todos los menores que por allí pululaban entre Policías y funcionarios de justicia, que solo habían hecho una mísera pintada y que los policías habían maltratado empujado e insultado, los únicos asustados eran ellos.

 

 

En la Madrugada . Martín Alzola Domínguez

Oí unos extraños ruidos, me asuste.

Empezó a buscar de donde provenía ese extraño ruidito ya que eran las 4 de la madrugada y a esas horas todos en mi casa dormían , me sentía solo y alejado de toda ayuda , si hay hubiera alguien , lo notaria , pero no notaba nada , la sangre me helaba el cuerpo , estaba frio , cadavérico se podría decir, tenía un miedo atroz , otra vez , ese ruidito , .

Ya sé, iré al salón y encenderé las luces, si ese ruido provenía de ahí lo sabría, detrás del sillón se oía como algo roía las cortinas, me aljonje y la vi, una rata de por lómenos 40 cm peje un grito y ella salido corriendo, ahora no duermo sin una escoba alado de mi cama

Tu Destino. Daniel Déniz Armas. Gran Canaria.

Dicen que el destino ya está escrito en el firmamento, pero yo creo que depende de las decisiones que vayas tomando a lo largo de la vida puede inferir en el futuro de esa persona y en el de las otras. Bueno, para que nos entendamos voy a poner un ejemplo:

Vas caminando por la calle y para llegar a tu casa tienes que cruzar la carretera, pero ves venir un coche, y por inercia te paras en la acera y esperas a que pase el coche. Pero, ¿qué pasaría si en el momento en el que el coche pasa delante de ti en vez de mantenerte  quieto vas hacia el coche y te atropella?

 Después de este hecho pueden ocurrirte varias cosas; te recuperas de las heridas y vuelves a tu vida normal, te quedas paralítico o te amputan alguna extremidad del cuerpo, mueres, etc.…. A lo que quiero llegar con esto es que tu <<destino>> lo puedes decidir tú y/o otras personas depende de su influencia en tu vida.

La conclusión de este relato lo dijo una vez un filósofo europeo del que no me acuerdo de su nombre, y es que cada día de vida de cualquier persona se toman miles de decisiones que pueden cambiar un acontecimiento venidero y que también, depende de las decisiones que tomes, cada día hay cientos de momentos que, por las decisiones que tomes puedes dejar de existir.

Me Llaman Delicuente. Daniel Déniz Armas. Gran Canaria.

Cinco veces he estado en la cárcel por robos y allanamiento de morada, por suerte la última vez me reinserté en el Sistema, fui a casa de mi madre ya que yo no tenía casa, cuando llegué abracé a mi madre con toda mi fuerza y le dije que mañana iría a buscar trabajo. Mi madre comenzó a reír a carcajadas y luego me dijo: "con esta crisis no conseguiremos nada, lo único que falta es que no tengamos derecho a vivir".

Yo le había oído comentar algo de eso a un recluso recién llegado que comentó que robó porque no tenía casa, ni dinero y estaba muerto de hambre; yo sabía que las cosas no iban bien pero creía que no era para tanto. Al día siguiente fue al INEM pero no me dieron trabajo alguno, salí a la calle y lo único que veía era personas mendigando en los portales de las casas, no me creía lo que estaba viendo.

Me fui al bar a tomar una caña y en la tele del bar salieron una serie de reportajes sobre la crisis española y el rescate que le ha llegado a los bancos luego salieron políticos acusados de corrupción y de blanqueo de dinero público, al ver ese reportaje me dije: "¿Y luego me llaman delincuente a mí?".