Lectores y escritores

En este apartado el protagonista es el lector y sus creaciones, EL LECTOR ESCRITOR, en su sentido más amplio; es decir, no sólo el lector de mis libros sino todo aquel que quiera enriquecer este rincón literario con sus textos. Envíalos a la dirección:

miguelangelguelmi.escribe.narramos14@blogger.com



En el "asunto" de tu correo escribe el título de tu composición, tu nombre y, si lo deseas, tu lugar de residencia. Ejemplo:





La luz en la niebla. Pedro Márquez. Gran Canaria.



Por último, escribe o pega el texto en el cuerpo del mensaje.



¡Y RECUERDA! Cuida la ortografía y los signos de puntuación.



¡BIENVENIDOS!

El miedo que nos paraliza. Fernando Bañolas. Gran Canaria.

EL MIEDO QUE NOS PARALIZA.

Es el miedo que nos paraliza el cual nos lleva a dejar de hacer muchas cosas de las cuales deseamos o también puede ser miedo que nos paraliza aquel susto de muerte a la vuelta de una esquina, una película de terror y muchas otras cosas. Yo, voy a hablarles del miedo que nos impide cumplir nuestros deseos. Claro que esto es la opinión insignificante de un viejo divorciada de 48 años pero con suficiente experiencia en la vida. Este tipo de miedo viene dado por el temor a perder algo, ya sea una persona u objeto, a la cuál le tenemos un cariño muy especial. Tan pronto como reacciones ya estamos sudando sin poder movernos, con una sensación de estar ahí y que parezca que todo a nuestro alrededor este quieto, como si el tiempo se parase. Un ejemplo muy común de este tipo de miedo cuando yo era adolescente, era al momento de besar a esa chica con la que llevabas soñando toda tu vida, hoy en día este tipo de miedo suele darse en esa situación pero también les paraliza el miedo cuando ven que su Blackberry, Iphone y móviles de última generación salen despedidos de sus manos hasta contactar con el suelo. Les tienen mucho cariño a esos trastos, claro que no pueden vivir sin ellos. En mi época un aparato de esos podía tener muchas aplicaciones, pero todos preferíamos el tacto de la persona y poder tratar con ellos cara a cara, suerte que no existían en  aquel entonces. La madre de mi hijo le ha comprado un teléfono de esos, y cuando tengo la custodia prefiere estar con el telefonito a compartir un buen rato o una charla agradable con su padre. El miedo que nos paraliza puede definirse de muchas maneras, a mi me enseñaron a luchar contra mis miedos para poder vencerlos, ¿por qué no hacerlo todos?.

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