Lectores y escritores

En este apartado el protagonista es el lector y sus creaciones, EL LECTOR ESCRITOR, en su sentido más amplio; es decir, no sólo el lector de mis libros sino todo aquel que quiera enriquecer este rincón literario con sus textos. Envíalos a la dirección:

miguelangelguelmi.escribe.narramos14@blogger.com



En el "asunto" de tu correo escribe el título de tu composición, tu nombre y, si lo deseas, tu lugar de residencia. Ejemplo:





La luz en la niebla. Pedro Márquez. Gran Canaria.



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¡Y RECUERDA! Cuida la ortografía y los signos de puntuación.



¡BIENVENIDOS!

El secreto.Zaira González Quesada

 

Era un día nublado y lluvioso.Hacía bastante frío por lo que decidí quedarme en mi casa sin hacer nada,sólo ver un rato la tele y hablar con mis amigos por twitter. Ya había llegado un punto de aburrimiento en el que no quería ni mas ordenador ni mas tele, y lo apagué todo. Estaba dispuesta a buscar otro tipo de diversión,o algo por el estilo. No lo hacía con mucha frecuencia pero entré en el cuarto de mi abuela,miré sus fotos y aprovechando su ausencia,abrí un par de cajones. No me gusta ser entrometida,pero un día es un día. No veía nada,excepto joyas que le regalaban cuando era joven,ropa,y algunas fotos de ella con todos sus nietos,por supuesto,yo entre ellos. Bajé otro cajon más abajo y vi albunes de fotos,me llamaban mucho la atención,porque su carcasa era muy antigua,marrones y con las letras doradas y me pregunté a mi misma ¿por qué no ojearlo un poco?Creo que no es nada grave. Ya era demasiado tarde,mis manos ya lo habían abierto.Empecé a mirar las fotos,ella era muy guapa de joven,y aún lo es,al menos para mí.. Veía fotos de ella con mi abuelo cuando se conocieron y en una de estas observé que habían dos páginas que no se separaban como debían así que las presioné. Había un sobre que hará mas o menos cincuenta años era blanco,pero ahora era amarillo. Lo abrí porque no estaba sellado y encontré una carta. Era una carta de amor que le mi abuela había recibido en su juventud,comencé a leerla.Era muy bonita,decían cosas que a día de hoy ya nadie dice. De repente sentí la risa inconfundible de mi abuela.Venía del pueblo,de comprar algunas cosas para la cena. Fue un momento verdaderamente vergonzoso para mí,no sabía que pensaría viéndome allí sentada en el suelo con sus objetos personales en mis manos. Pero,para mi suerte,no se lo tomó mal. Ella se sentó al lado del sillón que tenía al lado de su cómoda y me dijo que esa carta se la escribió un amigo,del que fue novia cuando era joven,pero que no era mi abuelo. Me contaba que solían ir al parque a echarle de comer a las palomas los domingos por la tarde, que aquel chico siempre le regalaba una rosa para invitarla a salir y que junto a él vivió tiempos muy felices,pero que mi abuelo,pues,era mi abuelo,tenía y sigue teniendo ese encanto y que como el no hay dos.  Entonces caí en cuenta,ella nunca había mostrado esa carta porque son recuerdos,sus recuerdos y su secreto.





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