Lectores y escritores

En este apartado el protagonista es el lector y sus creaciones, EL LECTOR ESCRITOR, en su sentido más amplio; es decir, no sólo el lector de mis libros sino todo aquel que quiera enriquecer este rincón literario con sus textos. Envíalos a la dirección:

miguelangelguelmi.escribe.narramos14@blogger.com



En el "asunto" de tu correo escribe el título de tu composición, tu nombre y, si lo deseas, tu lugar de residencia. Ejemplo:





La luz en la niebla. Pedro Márquez. Gran Canaria.



Por último, escribe o pega el texto en el cuerpo del mensaje.



¡Y RECUERDA! Cuida la ortografía y los signos de puntuación.



¡BIENVENIDOS!

Una noche inesperada. Haydée Fueres. Gran Canaria.

Era una noche cualquiera de invierno, concretamente un Sábado de Diciembre.

Unas amigas habían quedado para pasar una noche juntas antes de que empezaran de nuevo sus clases.

Primero se vieron en su sitio habitual donde cada Viernes se veían. Después de allí todas se dirigieron a la casa donde se iban a quedar. Cuando las muchachas estaban cogiendo el taxi el hombre les pregunto para donde iban y cuando le dijeron el sitio el hombre solo hizo un gesto y no pronunció ninguna palabra. Al llegar a la casa se bajaron del taxi y el taxista les dijo muy serio que tuviesen cuidado y se desapareció.

Bajaron y se dieron cuenta de que todo estaba muy oscuro y tuvieron que ir alumbrando el camino con sus móviles hasta llegar a la casa.

Una de las muchachas fue abrir la puerta y cuando puso la llave y la giró sintió un ruido como si fuera un cepillo que se había caído dentro de la casa. Ese ruido todas decidieron dejarlo y hacer como si no lo hubieran oído.

Todo trascurrió normal, la noche parecía tranquila. Las amigas estaban sentadas en el salón hablando peor ninguna se olvidaba de las palabras de aquel taxista.

Ya era muy tarde y estaban todas cansadas pero una propuso un juego que era contar historias de miedo. Luisa que era como se llamaba la joven sólo al terminar de decir el juego escucho un ruido muy bajo y miro a su amiga Elena que también lo había escuchado. Ellas muy asustada serraron las cortinas mientras contaban lo que había pasado. Todas se sentaron en un sillón que había y se taparon con mantas.

El ruido desapareció por momentos porque al poco rato volvió a escucharse y más cerca. Los minutos transcurrían y el ruido se hacía más intenso y cercano.

Una de las jóvenes llamada Ester dijo que ella iba a salir un momento al patio a ver si veía algo. Las demás le dijeron que no fuera tan valiente y no se arriesgara que no se sabía lo que era. A pesa de eso ella salio y lo que pasó después nadie lo sabe, ni si quiera las amigas de Ester.

Las personas de la ciudad donde paso eso comentaron que las amigas siguen traumatizadas tras la muerte de la chica y la casa esta expuesta a visitas y cada año sobre esa fecha se escucha el mismo ruido y una voz de una joven pero no se observa nada.

 

 

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