Una noche una chica muy impulsiva no podía dormir y se puso a pensar. Se llamaba Ana y tenía un secreto que le estaba comiendo por dentro, no lo sabía nadie ni su mejor amiga. Y menos su familia y demás amigos. Vaya problema tenia Ana.
Ana se iba a casar, sólo tenía 20 años y creía que era muy precipitado pero su pretendiente ya tenía 28. Él se llamaba Eric, era un chico muy apuesto, fuerte y un gran amor.
Pero nuestra chica se había sentido atraída por un chico de la universidad, este niño tenía fama de mujeriego y graciosito de grupo pero a Ana le parecía interesante y además Jony que era el nombre del chico de la Universidad se rumoreaba que también le gustaba Ana.
Jony había sido muy amable con ella, incluso decía que era uno de los pocos poetas que aún existían. La verdad es que era un romántico como pocos. Se pasaba las mañanas cortejando a Ana entre risas y frases hermosas y cautivadoras, como es de esperar pues Ana se sentía importante.
Bueno pues este secreto no se lo podía confesar a nadie porque se metería en un lío enorme.
A la mañana siguiente, Ana sale con su ford focus RS camino de la universidad, al llegar se queda mirando asombrada a una limusina negra aparcada en la puerta. De ella sale el chófer y empieza a preguntar por la señorita Cuesta. Ana en estos momentos se queda estupefacta y piensa, no, no puede ser debe haber otra persona que se apellide Cuesta, la universidad es grande. Pero no volvió a preguntar el chófer por Ana
Cuesta entonces supo que era ella.
Tras subir a la limusina el chófer llamado David la traslada al aeropuerto donde una gran sorpresa le espera. Porque su novio la ha secuestrado y le esperan cuatro emocionantes días en el Caribe disfrutando a solas de una luna de miel adelantada.
Ana ya no podía más se lo tenía que confesar pero ella estaba de manera estable con el y no pretendía fastidiarla, pero algún día se lo tendría que decir. Pensó en que se olvidaría y dejó pasar el tiempo. Pasaron los cuatro días y unas semanas más y llegó el día de la boda. En la iglesia todos estaban presentes hasta sus amigos de universidad. Jony también y se quedó sorprendida al verlo de mano con su mejor amiga, y pensó que hizo bien en seguir adelante porque aquel chico no era de fiar.
Ana muy contenta se casó con el amor de su vida aunque nunca olvidó la buena decisión que había tomado y todo eso sin contar el secreto, aunque a lo mejor si se lo hubiera contado a su amiga se habría quitado las dudas.
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