Lectores y escritores

En este apartado el protagonista es el lector y sus creaciones, EL LECTOR ESCRITOR, en su sentido más amplio; es decir, no sólo el lector de mis libros sino todo aquel que quiera enriquecer este rincón literario con sus textos. Envíalos a la dirección:

miguelangelguelmi.escribe.narramos14@blogger.com



En el "asunto" de tu correo escribe el título de tu composición, tu nombre y, si lo deseas, tu lugar de residencia. Ejemplo:





La luz en la niebla. Pedro Márquez. Gran Canaria.



Por último, escribe o pega el texto en el cuerpo del mensaje.



¡Y RECUERDA! Cuida la ortografía y los signos de puntuación.



¡BIENVENIDOS!

Relato breve, Jennifer Pérez Suárez

En la vida hay momentos en los que me da miedo aparecer por temor a no ser bien recibida. Soy una mezcla entre lo que algunas personas odian y otras buscan desesperadas.
 Se que mi nombre no es bonito pero soy popular, la gente no me nombra y sin embargo vivo en cada partícula de sus diminutas vidas. He escuchado mucho la frase que en mi presencia retumba dolorosamente y dice así:
La vida nunca te dará tantas alegrías como las que te quita. Y tienen razón.
Estoy compuesta por el llanto del desamor, de las decepciones, del odio o la desesperación. De la muerte.
Vivo y me alimento de los trágicos momentos en los que nadie quiere estar. Me gusta permanecer sola y pensar, soy lo que en un momento duro de la vida no permite formar una sonrisa.
Me pusieron un nombre y decidieron que yo fuera la parte desagradable de tantos adjetivos que forman la vida. Mi nombre es tristeza y lamento que por mí tengas que llorar.

Relato breve. Almudena Rodríguez Betancort.

¿Qué es esa cosa que brilla? No lo sé, poco a poco me voy acercando, mientras lo hago brilla más. Tengo la duda de averiguar porque brilla tanto aquella cosa de allí.

Es bonita, muy bonita, me entran ganas de reír no sé porque, me río. Intento tocarla, alcanzarla, pero no lo logro. Es extraño que una cosa que parece estar tan cerca no pueda tocarla, no sé lo que es. Tiene varios colores y poco a poco va cogiendo forma. Desde lejos parecía una simple luz, ahora puedo visualizar que tiene forma y no es una cosa, son cuatro. No logro comprender que es lo que estoy viendo. Me acerco, me atrae mucho lo que veo.

Me sorprende, ¿es un tesoro? Sí, definitivamente es un tesoro, el cual lo componen cuatro personas.

Poco a poco reconozco quienes son esas cuatro personas, esas que me acompañan todos los días de la semana, las que después de cada hora de ajetreo me ayudan. Son esas personas que juntas forman la palabra Amistad.

Relato breve. Sindia Bolaños Galván.

Todo ocurrió el miércoles pasado,cuandoMiguel se disponía ir al parque con sus hijo: Daniel y Gabriel, mientras su mujer llegaba de trabajar, para ir almorzar a casa de la madre de ésta.Una vez en el parque Daniel de seis años quería que su padre lo enseñara a montar en bicicleta, mientras Gabriel de sólo tres años se entretenía corriendo con la moto, pues así fue, pero un rato más tarde Miguel levanta la cabeza y no ve a Gabriel empieza a buscarlo por todo el parque y no lo encuentra, con lo que le pregunta a las personas que se encontraban en el parque si habían visto a Gabriel, ya que era muy conocido en esa zona, y, todo el mundo le decía que no lo había visto, tras quince minutos buscándolo, Miguel decide ir a casa de su suegra que se encontraba por arriba del parque, Miguel se encontró a ésta bajando para el parque y le preguntó: ¿has visto a Gabriel?, cuando ésta le contesta que sí, que Gabriel estaba arriba en la casa viendo la televisión que hacía un rato que había llegado con la moto diciendo que tú estabas en el parque, y, yo pensé que venías de camino y él se había echado delante. Aquí fue el momento en el que Miguel respiró.

microrelato breve ESTEFANIA CASTELLANO QUINTANA

Sí. Allí al fondo lo percibo. Tan verde y claro como la última primavera. Es imposible olvidar tal paisaje como este. Ni olor a combustible, ni el grito de la gente. Tan solo el cantar de los pájaros y un dulce y tierno olor a flores.

 Desearía vivir allí siempre. Despertarme con el canto de los pájaros. Mirar por la ventana y ver como entra la brillante luz del día. Sentirme libre como una mariposa o un simple pájaro que vuelan sin rumbo alguno.

Es muy difícil que en un lugar como este tus sueños no se hagan realidad. Lo tenemos todo, e incluso mucho más de lo que necesitamos. Pero somos tan ignorantes que no nos damos cuenta de las maravillas que nos da la naturaleza, las cuales no sabemos valorar.

EDUARDO RODRIGUEZ JIMENEZ. MICRORELATO

A Roberto le gustaba mucho nadar. Solía ir todos los días a la piscina de su pueblo después de hacer los deberes. En la piscina, Roberto ya había hecho muchos amigos. Un día se organizó una carrera en la piscina y él quedó primero. Entonces su entrenador decidió entrenarlo para competiciones nacionales.

Tras haber entrenado durante mucho tiempo, Roberto, su entrenador y su familia se marcharon  a Alemania porque allí se iba a disputar un campeonato de natación.

El campeonato que se iba a disputar en Alemania tenía una duración de tres días.

Roberto,

El primer día, tras un gran esfuerzo , obtuvo seis victorias. Al segundo día  solo consiguió dos  y el último día obtuvo diez victorias.

Después de haber realizado mucho esfuerzo y tras largas horas de entrenamiento Roberto se proclamó campeón y vio compensado su sacrificio.

Micro relato José Daniel Pérez Sosa

Aquira entró en la cueva, y al momento, regreso con dos grandes colmillos de un antebrazo de longitud cada uno, goteando una mezcla de sangre, saliva y veneno.

Cogió dos trapos de una de las cestas, colgadas a las grupas del caballo; y los envolvió con sumo cuidado, evitando rozar los colmillos con los dedos.

-Maestro ya he terminado con esto, ahora, ¿qué debemos hacer?-

-Ahora debemos marchar hasta donde el mar deja de ser mar y se convierte en tierra, luego, debemos cabalgar durante dos semanas dirección noroeste, y habremos alcanzado nuestro destino- Le contestó el Brujo.

Relato Breve. Irene García Vico 4ºb

Julia ,no me pidas cambiar y que sientas pena cuando piensas en lo que hubiera sido en ese momento. Tampoco hace falta que te explique el lugar en el que ahora se encuentra mi corazón.
    
No me pidas que seamos solo amigos, la verdad es que odio pensar que estás con otro que no sea yo, me duele tanto ver la imagen de tu sonrisa si no es producida por una caricia que yo te entregaba, aquella sonrisa que suponía un momento en el que compartiamos  nuestro amor.   
  
Odio pensar que sin mí eres feliz, que el otro te pueda dar más de lo que nunca me dejaste darte en ninguna ocasión.      
Solo deseo que seas feliz, respeto tu decisión pero mi vida sin tú no tiene sentido y solo me queda decirte que…Te quiero.     

Hasta siempre, Carlos.     
 

Relato breve. PAULA BOLAÑOS GONZÁLEZ. 4ºESOB.

No era muy aficionada a llevar reloj en la muñeca, pues me parecía una carga innecesaria, hasta que un día por cosas del destino me probé uno y descubrí que era un complemento que me agradaba y además me ayudaba en el vestir. Cuanto más grandes eran, más me gustaban. Intenté tener de todos los colores. Incluso me acostumbré a dormir con ellos. Mi sorpresa fue: una mañana al despertarme para mirar la hora, no lo tenía en mi muñeca. Lo busqué por toda la casa, no lo encontré y desistí. Cuando ni siquiera me acordaba de él llegó mi hermana, me dijo: esta mañana estabas dormida y cogí el reloj de tu muñeca.

Relato Breve. Coraima Marrero Molina

Ese loco saxofón no tocó esa nota final; esa nota que ansiaba todo público después de degustar un concierto desechable. Pero no, nunca se llegó a apreciar esa nota que sería una muerte dignísima a tal embriaguez de saxofones, trompetas y trombones, guitarras, bajos y clarinetes. ¿Por qué no sonó nunca, ni sonará, esa nota final? ¿Bobería del saxofonista? Puede ser. Se llevó la nota a la tumba, sonreía con un fa sostenido en su rostro. Pese a todo, el público reconoció haber asistido al mejor concierto de sus vidas, pues siempre esperaran esa nota, siempre tendrán la esperanza.

 

 

 

 

 

 

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microrrelato. Sandro pérez betacor (marzo)

Un día un hombre, llamado McCarthy paseando por la jungla, oye un grito despavorido de una mujer, seguidamente McCarthy se pone a buscar de donde viene ese grito para poder ayudar  a la mujer, después de tanto buscar encuentra a la mujer acorralada en una esquina por un gran tigre blanco, McCarthy con su gran valentía atrae la atención del tigre para que lo ataque a él. McCarthy tenía un cuchillo en el tobillo y cuando el tigre se le abalanzó para atacarlo, McCarthy sacó su cuchillo y acuchillo al tigre asta matarlo, McCarthy demostró su gran valentía y la mujer se lo agradeció mucho por ello.

Más que palabras

Este es uno de esos días de la vida en los que te sientes enfadada con el mundo, 
de esos en los que solo quieres gritar hasta quedarte sin voz, aunque sabes que esa
no es solución, te apetece dormir para olvidarte, no pensar en nada y cuando al fin
despiertes no recordar nada...Hacer como si nada hubiera sucedido.
      Todos esos momentos negros, tristes e insoportables parecen no acabar jamás;
estamos en ese momento de tristeza, enfado y decepción.

Creo que cada una de las miles y miles de personas de este gran mundo han vivido
varios de estos días alguna que otra vez... 

Relato Breve (Enero)- Sandra Sánchez Castellanos

Aquel día solo tenía cabeza para pensar en lo insignificante que era mi vida, pero allí estabas tú.
Te vi aparecer con la típica sonrisa linda que se dibuja en tu cara siempre y esos ojos deslumbrantes que solo tú tienes.
Y desde aquel momento, mi vida empezó a tener un toque dulce, ese toque que le dabas tú.
Con solo una sonrisa, con tan solo una mirada.
Al siguiente día volví con prisas y te volví a ver.
Tus ojos brillaban más que nunca, tu sonrisa era incluso más perfecta que la de los meses anteriores,
me dí cuenta de todo eso en una décima de segundo, que fue el tiempo que estuve allí.
Me fui, pero antes me detuve un tiempo respondiendo a tu sonrisa, respondiendo a tu mirada, me fui feliz.
Hoy, solo esperaba verte atravesar aquella puerta una vez más.
Me imaginaba tu sonrisa, tus ojos que brillan más que el sol, con esa cara preciosa que tienes.
Y... ¿ con qué me encuentro ?
con un simple "Dani se fue".
Ahora, ¿ qué me queda ?
Te vas, como todo lo demás.

Relato Breve (Marzo)- Sandra Sánchez Castellanos

Había pasado un mes desde que sucedió aquel trágico suceso y a aquella madre le seguían llegando cientos de mensajes de apoyo.

Pero aunque tuviese a cientos de personas a su lado, apoyándola en todo y brindándole su cariño, ella seguía sintiéndose vacía, echaba de menos incluso los momentos que nunca vivió junto a su pequeño ya que para ella seguía siendo un niño.

Odiaba la forma en la que el destino la alejó de él, odiaba no haber podido asistir a su entierro.

No comprendía como podía haber esa clase de gente en el mundo, personas que te arrebatan, te quitan e incluso que sin tocarte a ti te destrozan la vida quitándote el motor de tu existencia.

Se pasaba las tardes llorando frente a aquellas fotos, pensando; ¿ Por qué a mi ?

No comprendía ni tan solo un segundo de su vida, se encontraba perdida, sin rumbo.

Sentía que no tenía camino por el que seguir, pero allí estaba su pequeña, una niña maravillosa, pelo rizado, cara de ángel y una sonrisa preciosa.

Esa hermosa niña a la que todos querían, esa niña que con tan solo una sonrisa ponía suelo ante sus pies.

Y eso fue lo que la ayudó a seguir adelante, esa mirada de inocencia fue la que le ayudó a darse cuenta de que no todo había acabado tras el asesinato de su hijo.

Aquella mirada le ayudó a darse cuenta de que todavía le quedaban cosas por hacer, que todavía le quedaba tiempo y camino para ir de la mano de su pequeña.


Relato Breve (Febrero)- Sandra Sánchez Castellanos

Estaba sentada en el sofá, por la ventana de enfrente solo distinguía la luz de una lejana farola.

Llovía abundantemente, y el sonido del viento junto al de la lluvia parecían no dejar hablar a más nada.

Volví la vista al frente, la chimenea crepitaba lentamente, el fuego se iba comiendo la madera poco a poco, dándole una luz tenue a la habitación.

Una luz que hacía que lo de fuera pareciera una leve brisa.

Estaba realmente a gusto .

Entonces, a pesar de lo cálido de la luz, mi cuerpo tiritó levemente por un segundo y

una cálida manta me cayó sobre los hombros.

Me giré y le vi a el.

Le miré a los ojos, me sonrió levemente y se sentó conmigo debajo de la manta.

Me acurruqué contra el, y escuché su respiración, fuerte y profunda .

Apoyé la cabeza en su pecho, su corazón latía de manera firme, y por un segundo, me pareció que el mio latía al mismo son.

El me miró, me acarició el pelo suavemente y lo olió mientras cerraba los ojos.

Entonces me apartó un poco y bajó del sofá al suelo.

Yo bajé con el.

La alfombra era tan mullida que me parecía estar en una nube.

Volví a acurrucarme junto a el y miramos el fuego un rato.

El suave baile de las llamas nos mantuvo pensativos, entonces le miré,

el siguió mirando el fuego.

Y de repente, como accionado por un resorte, me miró.

Nos miramos fijamente.

Me acarició la cara con ternura

y me besó muy dulcemente.

Bebí de cada segundo de ese beso.

El mismo viento y la lluvia parecían haberse callado para darnos todo el protagonismo.

Entonces nos separamos y volvimos a mirar distraídamente el fuego.

Y poco a poco, fui cayendo en brazos de Morfeo.

Abrí los ojos y vi una ventana entre abierta y una cortina que bailaba mecida por una ligera brisa.

Me froté los ojos y lo vi frente a mi,

profundamente dormido, la almohada le tapaba un poco la cara.

Y yo, con toda la delicadeza que pude se la aparté.

El abrió los ojos, me miró, y sonrió.

Esa sonrisa fue capaz de iluminar cada rincón de mi corazón.

Se acercó, me dio un beso en la frente y volvió a dormirse.

Me acerqué y me coloqué a su lado pensando " Si esto es un sueño, no quiero despertar nunca ".


Relato Breve por Irene Viera Díaz.

Hace mucho, mucho tiempo, en otra galaxia, existió un mundo, un mundo habitado por seres muy similares a nosotros, quizás casi iguales, llamados pygmaios. Hoy os contaré su historia.

"Los pygmaios eran seres de baja estatura, diferentes entre sí pero en el fondo iguales, vivían en sociedad y dedicaban su tiempo a sobrevivir. Se conoce que estos seres constituían pequeños grupos, los cuales presentaban rivalidades entre ellos. Si un grupo conseguía recolectar más frutos un año que otro grupo, estos quemaban sus campos de cultivos. Si conseguían cazar un mayor número de animales, otros  los robarían.


Como podemos apreciar los pygmaios vivían en una constante guerra entre ellos y estaban ya, acostumbrados al caos. Un día un suceso cambió absolutamente todo, una raza superior invadió su poblado. Los pygmaios consternados no sabían que hacer pues nunca algo así había pasado. En vez de luchar contra el enemigo luchaban entre sí, ya que no se ponían de acuerdo en nada, unos querían defender el poblado, otros simplemente atacar al enemigo de forma directa... Finalmente su raza desapareció, al igual que había desaparecido el sentimiento de paz en ellos hacía mucho tiempo."

Microrelato Paola Díaz Jorge

Me encontraba sola, solo dios sabe dónde. Desorientada y perdida, las nubes parecían enfadadas, era un mal día. Acabe mi jornada de cinco horas a las 4:30 cogí un autobús hasta su última parada, no sabía dónde estaba ni importaba, total nadie se iba a preocupar si no llegaba a la hora de cenar. No sé qué hacía en aquel lugar, creo que buscar la felicidad que nunca he tenido, y creía poder encontrar allí. No había mucha gente, y la que había más bien daba miedo. Asustada por el panorama decidí volver, si en 23 años no la había encontrado, ahora tampoco lo iba a hacer.

Los Tacones de la Vergüenza. Yanett Naranjo Martín. Gran Canaria

 

Había una vez una chica llamada Madonna, era cantante y le gustaba mucho el mundo de la moda. Un día tenía una actuación en los Ángeles y se había comprado un vestido, elaborado en terciopelo y encaje que era mágico, ya que cada vez que se lo ponía se le unían las paletas, porque las tenía separadas y estaba muy acomplejada.

Unas horas antes de la actuación, se puso el vestido mágico con el que se sentía más segura de sí misma, ya que con él, no le daba vergüenza sonreír. Luego cogió un pintalabios de color rojo del bolso y se pintó los labios. Madonna, estuvo toda la tarde mirándose en el espejo del camerino, hasta que llegó la hora de la actuación y antes de salir al escenario se roció con su colonia preferida que era la de color rojo de Carolina Herrera, y muy dispuesta llegó al escenario. Pero había un problema... se había pegado toda la tarde mirándose en el espejo del camerino, que se había olvidado de ponerse los tacones negros de aguja que se había comprado para la ocasión y cuando llegó al escenario, se miró los pies y se dió cuenta que tenía puestas las zapatillas de estar por casa. Por lo que le dió mucha vergüenza y se fué avergonzada al camerino, de donde no quizo salir en dos semanas.

Llevo... Samantha M. Gran Canaria

Llevo en mis entrañas tu nombre. Aquel por el que nacen y mueren. Dejas solo lágrimas y dolor en tu camino pero dulce es la miel de tus labios. Cuántos te anhelan, te desean, te cogen y te dejan. Eres viento y calma, eres luz y oscuridad, eres todo lo que el pensamiento da.

 Por ti temblaron estas manos del dolor que te llevaste. Por ti no hay día sin lamento, ni noche sin tormento. ¿Pero no te das cuenta que te necesito?

Devuélveme lo que tu lucha se llevo. Los días y los años que marcaste en mi piel. No tuviste piedad de este corazón que por ti sangre de su sangre apartó.

Llevo en mis labios tu nombre y cuánto quisiera gritar que por ti hoy moriré, mi libertad.

"La foto comprometedora" Sara Rivero García

 

    Se encontraban John y Kate, dos modelos muy famosos, en casa de John jugando su habitual timba de pocker de cada viernes por la noche, cuando se unieron a ellos un grupo de jóvenes estudiantes de arquitectura.

El grupo de universitarios invitó a los modelos a salir a tomar alguna que otra copa y, aprovechando el estado ebrio de los famosos, les tomaron una foto bastante comprometedora para ambos.

La foto fue subida a internet al amanecer el sábado. Cuando Kate y John fueron informados de esto, decidieron ofrecer a los chicos un reloj valorado en 3.000.000 € a cambio de que eliminaran dicha foto.

Los modelos se encontraron con los estudiantes y les hicieron la entrega del reloj al mismo tiempo que éstos eliminaban la foto delante de ellos.

Todo era una trampa, ya que Kate denunció el robo de su reloj a la policía e hizo que detuvieran a los chicos.

En el juicio, los profesores de los futuros arquitectos lanzaron el reloj de Kate a su cabeza matándola en el acto. Debido a esto, profesores y alumnos fueron condenados a ocho años de prisión, por lo que decidieron crear una nueva escuela de arquitectura dentro de la propia cárcel.

 

 

(Partiendo de cinco recortables: una modelo, un modelo, una cámara de fotos, un maletín de fichas de pocker y un reloj de oro)

Relatos Breves. Mónica Bolaños

Llaman a la puerta

Llego a mi casa, noto que olvidé las llaves y entonces toco el timbre. Mamá responde por el teléfono y le digo que soy yo y me pregunta que quién es yo y yo le digo que soy yo, Mónica. Ella cuelga el teléfono y al parecer sale, pero la que abre la ventanilla de la puerta es una chica igualita a mí. ¿¡Qué!?—Pienso—, ahora viene esa historia de que yo no soy yo porque soy la clon de mí misma y toda esa retahíla de las películas de ciencia ficción. Mira —le digo a la chica—, ya mismo te vas a la calle si no quieres que te haga cosas que ni tú en tu vida te las podrías imaginar. La chica se queda pensando y dice algo supuestamente inteligente para tratar de confundirme (al fin y al cabo es igualita a mí), pero lo que dice son puras tonterías de niña recién salida de la escuela. Y hasta ese momento me doy cuenta de que la chica soy yo pero hace cinco años, y que para la situación extraña, estoy comportándome serena (es decir, el otro yo, la chica que escribe). Me despido y le deseo buena suerte, porque si me quedo es posible que no esté preparado para verme y perdonarme lo que fui.

Relato breve Febrero. Sarabia R. Almeida Suárez.

Anoche tuve un sueño, en el estabas tú, y yo. Soñé que estabas en una playa solitaria, de arena blanca y agua cristalina, y yo me acercaba, pero nunca conseguía alcanzarte. Entonces llego él, te cogió de la mano, yo grite, pero no me oías. Se sentó a tu lado y os besasteis. No quería rendirme, pero sentía que todos mis esfuerzos no servían para nada, así que lloré, lloré como un niño. Me desperté y lo único que quería, es que lo que había soñado no fuese verdad. Pensé en llamarte, pero me acorde que era sábado y sabia donde estarías. Fui al parque, al banco de todas las semanas y ahí estabas tú, con él.