Lectores y escritores

En este apartado el protagonista es el lector y sus creaciones, EL LECTOR ESCRITOR, en su sentido más amplio; es decir, no sólo el lector de mis libros sino todo aquel que quiera enriquecer este rincón literario con sus textos. Envíalos a la dirección:

miguelangelguelmi.escribe.narramos14@blogger.com



En el "asunto" de tu correo escribe el título de tu composición, tu nombre y, si lo deseas, tu lugar de residencia. Ejemplo:





La luz en la niebla. Pedro Márquez. Gran Canaria.



Por último, escribe o pega el texto en el cuerpo del mensaje.



¡Y RECUERDA! Cuida la ortografía y los signos de puntuación.



¡BIENVENIDOS!

el citopeco. Jaime Auñón Corrales. Gran Canaria

Aquel raro y enorme, banco en el que yo andaba sentado en aquel día de
verano, con la sombra de la tarde sobre mi y una extraña sensación de
vigilancia, pero yo no me separaba de mi móvil y mi música, estaba
enganchado, me costaba estas un par de horas sin él, pero me había
quedado sin batería de haber seguido usándolo, tuve que parar y
guardarlo en mi bolsillo, a sabiendas de que me quedaba poca batería,
mientras eso yo me aburría sentado sin saber muy bien qué hacer, pero
estaba muy a gusto, hasta que se cayó la noche, eran casi las 3 de la
mañana, que raro en mi que no estuviese muerto, y no, no había estado
sentado todo el día en aquel banco, al poco de quedarme sin batería me
fui a dar una vuelta por la playa, pero termine volviendo a ese banco
horas después, bueno como iba diciendo, me quede dormido en aquel
banco, era raro llevaba un par de cafés y un par de red Bull pero será
de tantos que ni me afectan, aun así me quede dormido en aquel banco,
menos mal que era una calle poco transitada y no me vio nadie, bueno
no me vio pero yo si vi algo inusual, una sombra grande, y eso que la
oscuridad era total, una silueta estrecha y alta y unos restos de
sangre, os podéis imaginar el panorama, era una película de miedo y yo
era el pringado que se cargan, pero no, al despertarme seguí los
restos de sangre hasta que vi a un muerto, era un panorama que no de
daba asco y eso que tenia las tripas fuera y había sangre por todos
los lados, era raro para que mentir, pero tenía sueño y intente volver
a mi casa, pero no tarde mucho en que me atacase un bicho, un bicho
muy feo, tenía mucho pelo, una boca ,dos ojos ,una nariz ,dos orejas,
era alto y tenía los pies grandes, típico, pensé que era bigfoot. Me
salve y por ponerle un nombre la llame citopeco, pero solo porque era
más feo que un pie mugroso...

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