Lectores y escritores

En este apartado el protagonista es el lector y sus creaciones, EL LECTOR ESCRITOR, en su sentido más amplio; es decir, no sólo el lector de mis libros sino todo aquel que quiera enriquecer este rincón literario con sus textos. Envíalos a la dirección:

miguelangelguelmi.escribe.narramos14@blogger.com



En el "asunto" de tu correo escribe el título de tu composición, tu nombre y, si lo deseas, tu lugar de residencia. Ejemplo:





La luz en la niebla. Pedro Márquez. Gran Canaria.



Por último, escribe o pega el texto en el cuerpo del mensaje.



¡Y RECUERDA! Cuida la ortografía y los signos de puntuación.



¡BIENVENIDOS!

Cuando suene el teléfono. Ylenia Moreno Suárez. 4ºB

Cuando suene el teléfono.


Creo compartir esta situación con más personas... la típica en la que seguramente casi todos nos hemos encontrado alguna que otra vez.

Ese día en el cual piensas que no ocurrirá más que lo ocurrido días atrás... hasta que pasa.

Conoces a una persona especial con la que te es realmente fácil conversar... con la que te sientes bien estando a su lado, y a la vez sorprendida por congeniar tan bien con alguien a quien apenas acabas de conocer...

Después de charlar durante un buen rato, compartir aficiones y risas, confidencias y alguna que otra experiencia, te intercambias los números de teléfono; es imposible no volver a hablar con él... tiene algo que te llama tanto la atención... algo que despierta tu interés... como casi nada lo había despertado.

Definitivamente tiene algo que te engancha.

A continuación nos despedimos... con cierto temor a no volvernos a ver, pero con la mejor de nuestras sonrisas.

Yo le sonreí y le dije de quedar para vernos otro día, él aceptó encantado y prometió llamarme nada más llegar a casa... para concretar mejor el lugar, la hora y el día.

Aún recuerdo lo desesperada que estaba por oir mi móvil sonar, lo mucho que miré la pantalla llendo de camino a casa para asegurarme de que no me había llamado.

No tardó demasiado en hacerlo... y recuerdo que lo primero que le dije fue "te juro que pensé que no me llamarías..."; a lo que él respondió: "¿cómo no iba a hacerlo?... estaba deseando llamarte y oir tu voz"

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