Lectores y escritores

En este apartado el protagonista es el lector y sus creaciones, EL LECTOR ESCRITOR, en su sentido más amplio; es decir, no sólo el lector de mis libros sino todo aquel que quiera enriquecer este rincón literario con sus textos. Envíalos a la dirección:

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La luz en la niebla. Pedro Márquez. Gran Canaria.



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¡BIENVENIDOS!

La última lágrima. Ylenia Moreno Suárez

La última lágrima


Prometimos cosas que nunca llegamos a cumplir.

Te amé… cosa que no me arrepiento de haber hecho, porque en algún momento fue lo que sentí.

Malgastamos tiempo. Y entonces vuelve a ocurrir.

Te vuelves a enamorar… de otros ojos, de otro rostro, de otras sensaciones; y lo único que intentas evitar es verlo a él en esa mirada, en ese rostro, en esas sensaciones…

Evitas hacer las cosas que hacías antes haciendo otras, experimentando otro tipo de errores.

Como si así pudiéramos librarnos del pasado...

Estoy cansada de echar de menos un ''buenos días, princesa'', tus "buenos días, princesa"… y seguir.

No puedes llorar, no quieres, es lo que menos te apetece hacer, lo que menos necesitas en estos momentos, lo que faltaba…

Lo intentas, pero ni la más fuerte de las fuerzas del mundo entero puede parar a veces una lágrima, mientras lloras te dices a ti misma que será la última que derrames… y no has terminado de decir la frase y ya corre otra lágrima, ¿la penúltima?, que va, ya es la número un millón novecientas y aún no se acaban.

Entonces llegan puntuales todos y cada uno de los recuerdos, a traición, cuando no quieres escuchar un ''no vale la pena llorar''… tal vez ellos no entiendan… tal vez no lo comprendan porque no lo han vivido… que tras haber reído con la persona equivocada, solo llorar alivia el dolor. 

Y recuerdas como sus delicadas manos acariciaban tu cara.

Las noches que pasaste confusa preguntándote: "¿volverá?" y el corazón te respondía ''claro que tiene que volver, ¡esto no ha acabado!, no puede olvidarse de mí; es imposible, yo jamás dejaré que logre arrancarte de su corazón'', sigo esperando esa respuesta...

Pasan los días, lunes, viernes, lunes, viernes...

Días sin tu amor, ya no me duele el corazón, que lo sepas... solo duele el recuerdo de la que un día fue tu voz, quien dirigió mi camino y otro día otra voz, que consiguió arrojarme al olvido.

Vuelve. Sigo esperándote…

Te prometí muchas promesas que no cumplí, cierto.

Pero la de estar siempre contigo, a tu lado, me la prometí a mí misma.

No voy a fallarme.

Porque si lo hago, dejaría de ser yo.

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