Lectores y escritores

En este apartado el protagonista es el lector y sus creaciones, EL LECTOR ESCRITOR, en su sentido más amplio; es decir, no sólo el lector de mis libros sino todo aquel que quiera enriquecer este rincón literario con sus textos. Envíalos a la dirección:

miguelangelguelmi.escribe.narramos14@blogger.com



En el "asunto" de tu correo escribe el título de tu composición, tu nombre y, si lo deseas, tu lugar de residencia. Ejemplo:





La luz en la niebla. Pedro Márquez. Gran Canaria.



Por último, escribe o pega el texto en el cuerpo del mensaje.



¡Y RECUERDA! Cuida la ortografía y los signos de puntuación.



¡BIENVENIDOS!

La Última Lágrima. Fernando Bañolas. Gran Canaria.

LA ÚLTIMA LÁGRIMA.

Mi nombre es Isabel y soy una adolescente de dieciséis años, en cambio, mi novio se llama Jorge y tiene veintidós años. A mis padres no les atrae mucho la idea de que tenga un novio con esa edad y además que no comparta buenas amistades, siempre se va de fiesta y no se preocupa mucho por sus cosas ni por mí. Pero como mis padres me quieren me dan su consentimiento. Jorge tiene varios antecedentes con las autoridades por posesión de drogas, robos y por peleas. Siempre le pido que deje de hacerlo por mí y que se comporte como una persona normal, pero pese a sus juramentos de no volver a hacer ningún acometido más, lo vuelve a hacer. Sus mentiras me hacen mucho daño, pero lo quiero tanto que es imposible separarme de él, incluso prefiero ser su trapo a estar sin él, se podría decir que estoy ciega de amor. Este tipo de cosas me mata por dentro, pero cuando estoy con Jorge las olvido y son momentos especiales junto a él, la causa del aumento del nivel del mar no se debe a la descongelación de los icebergs, se debe a todas las lágrima que he derramado por él, pero una sonrisa suya es el rayo de sol que ilumina la penumbra en la que me encuentro, haciendo florecer todo de nuevo.

Hoy tengo que acompañar a Jorge a un centro de desintoxicación, me ha vuelto a prometer dejarlo, y esta vez quiere que yo venga con él. También se ha despedido de sus amigos y les ha dicho que no volverá a cometer más delitos pero que pasaría a verlos cuando pudiese. Tras unos meses acompañándole a sus tratamientos semanales, Jorge no consumía drogas y veía a sus amigos cuando podía, como les prometió, además, vendió su moto y solamente se quedó con el coche, con el dinero que obtuvo de la venta me compró un colgante muy bonito con nuestra foto y una inscripción.  Mi última lágrima hasta día de hoy sirvió para hacer cambiar lo que en un principio parecía imposible, Jorge es una nueva persona  y tiene responsabilidades, ha encontrado un trabajo y el dinero que gana lo invierte en su sueño, quiere abrir un pequeño negocio para los dos.

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