Lectores y escritores

En este apartado el protagonista es el lector y sus creaciones, EL LECTOR ESCRITOR, en su sentido más amplio; es decir, no sólo el lector de mis libros sino todo aquel que quiera enriquecer este rincón literario con sus textos. Envíalos a la dirección:

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La luz en la niebla. Pedro Márquez. Gran Canaria.



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¡BIENVENIDOS!

Un héroe olvidado. Yeray Medina Maes AG. Lanzarote.

Nombre: Yeray Medina Maes

Curso de adaptación a grado: E.F.


UN HÉROE OLVIDADO


Una leyenda es un cuento antiguo, nadie sabe si es real o no pero todos cuentan la historia que perdura de generación en generación. Por eso me inventaré el mío y quién sabe si algún día se haga realidad y la gente crea en ella y forme parte de la historia de la ciudad de Sevilla.


Cuenta la leyenda que hace muchísimo tiempo, aproximadamente sobre el año cero en Sevilla vivía el gigante  Agón cerca de las inmediaciones del río Guadalquivir. Éste era un gigante muy violento que asustaba a todos aquellos que quisieran cruzar el río y exigía un peaje por ello. A aquellos que se negaran les cortaba la mano y se la tiraba al río.


Cierto día apareció por la ciudad un romano, era una persona muy aventurera y valiente que se había enfrentado a grandes retos y siempre los había superado; era una persona con un gran corazón que por donde pasaba dejaba muy buena impresión y vio esta ocasión para ayudar al pueblo, su nombre era Brabo.


Brabo, se dirigió hacia Agón y en una larga y dura pelea pudo por fin vencer al gigante del río; le cortó la mano derecha y la lanzó al río, donde el gigante ya había lanzado cientos de manos. Ahora veía como su propia mano se hundía en el río.


Nadie volvió a ver al gigante y los aldeanos podían viajar sin temor por el río. A Brabo le prometieron una estatua al lado del río Guadalquivir como recompensa a su valiente acto, pero hasta la fecha no se ha realizado obra alguna, quizás la ciudad sevillana habrá olvidado a este valiente héroe romano.


Puede que le cuente esta historia a mis hijos y tal vez ellos se la cuenten a los suyos y esta historia pase de generación en generación y se convierta en leyenda. Sólo hace falta esperar si dentro de unos siglos aparece la estatua de un romano derrotando al gigante.


Por supuesto que no será real, será una leyenda inventada, pero sin que ellos  sepan realmente el auténtico significado de esa estatua yo formaré parte de su leyenda.


Fuentes fotográficas:

1.       Una estatua de un gigante. (Revista National Geographic)

2.       Una foto de un romano. (Revista National Geographic)

3.       El río Guadalquivir y la ciudad de Sevilla. (Revista National Geographic)

4.       Dibujo de una mano con sus músculos y huesos. (Revista National Geographic)

5.       Aldeanos trabajando las tierras. (Revista National Geographic)

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