Lectores y escritores

En este apartado el protagonista es el lector y sus creaciones, EL LECTOR ESCRITOR, en su sentido más amplio; es decir, no sólo el lector de mis libros sino todo aquel que quiera enriquecer este rincón literario con sus textos. Envíalos a la dirección:

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La luz en la niebla. Pedro Márquez. Gran Canaria.



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¡BIENVENIDOS!

``Recortamos OPERACIÓN POLLO PERDIDO, Los Sofocaos, A.G.´´

``Operación Pollo Perdido´´

 

En la oscuridad sonaba la televisión, un sonido, que le resultó familiar. Abrió los ojos, buscó la lámpara de la mesilla de noche y la encendió. Sin pensarlo, su mirada se detuvo en la televisión, y un poco desorientado, comenzó a escuchar la última hora de las noticias: ¡El pollo azul del Castillo de Parga, en Venecia, ha sido robado!

De pronto, se despertó en su interior su espíritu explorador. Desde ese mismo momento, pensó que esa era su nueva misión. Torrente, experto en Historia y antigüedades, no dudó ni un momento y preparó su viaje a Venecia.

El pollo azul fue hallado hace años en excavaciones arqueológicas en Jerusalén. Los responsables de dicha excavación estimaron que tal joya la perdió probablemente un sacerdote de un antiguo templo. Actualmente, se encontraba protegida en un castillo veneciano, el cual conserva, además, inscripciones en piedra y objetos de gran valor.

Cuando Torrente viajó a Venecia, observó, que los carteles callejeros ofrecían una gran recompensa por la recuperación tan preciada joya milenaria. A menos de 24 horas de haberse colocado los carteles, desaparecieron de las calles. Las autoridades negaron que hubieran ordenado retirarlos. Algo extraño estaba sucediendo, pero nadie sabía que ocurría.

En la búsqueda, Torrente sabía que era un objeto que muchos buscando, y ese pensamiento le dio más fuerzas para continuar. Estaba obsesionado con las reliquias y encontrar el pollo se convirtió en su obsesión.

Lo que no tuvo en cuenta Torrente, es que la mafia del país también estaba buscando el pollo, lo que supuso el peor de los problemas.  Tras los hechos, la policía estatal empezó a realizar recorridos en la zona, donde encontraron abandonada una camioneta Jeep color negra, siendo ésta una pista más en la investigación.

Aquella tarde, Torrente paseaba en góndola con el fin de rastrear la zona e ir encontrando nuevas pistas. Metió la mano en el bolsillo de su camisa, sacó un pequeño mapa y comenzó a tratar su ruta.

Los mafiosos lo seguían, y lo que había empezado como un breve trayecto, se había convertido en una huída en góndola. Aquello cada vez le gustaba menos. El mensaje estaba claro: la mafia quería deshacerse de Torrente.

Sin saber cómo, las sirenas empezaron a sonar, y la policía veneciana logró acorralar a los mafiosos. El ruido y los gritos se hacían mayores y entre tanto alboroto, Torrente logró escapar.

Días más tarde, su obsesión se hizo realidad. Después de tanto esfuerzo el pollo estaba delante de sus ojos. Cuando al fin lo encontró, lo agarró fuertemente entre su puño. Al instante un gesto de rabia invadió su cara y sin pensarlo, lanzó el pollo al mar.

Todo el trabajo que había hecho, no valía para nada, porque el pollo que tenía entre sus manos era falso. Torrente, decepcionado regresó a España.

En su rutina de ver las noticias cada día, escuchó que la policía había encontrado el pollo, esa antigüedad milenaria de la que tanto se había hablado, en el mismo sitio donde él lo había lanzado.

Los gritos y lo impotencia invadía de nuevo a Torrente , el experto en Historia, que por no abrir el pollo se quedó sin su joya.

 

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