Princesas del siglo XXI
Eran las doce de la mañana y Kate se disponía a subir en el coche que la llevaría hasta el antiguo edificio de correos, donde tendría lugar la reunión en tan solo media hora. Sin saber muy bien cómo, se vio rodeada por los leones del palacio, que estaban llenos de barro. Le mancharon su fino vestido burdeos y el estrés se apoderó de ella. Hizo uso de su teléfono móvil de coleccionista para pedir a su ama de llaves un nuevo vestido pero esta le ofreció un detergente de mágicas propiedades que quitaba las manchas al instante. Finalmente, la joven princesa pudo asistir a la reunión pero todos notaron que algo extraño había ocurrido.
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