Relatos Breves. Lourdes Espino Fernández

Soñaba con conseguirlo. Esperaba que algún día sucediera lo que ella siempre había deseado. Se hacía ilusiones aunque reconocía que era muy probable que nunca ocurriese. Un día salió a la calle y lo vio. Él estaba de espaldas. Mantenía entre sus dedos una pequeña carta. Ella estaba muy emocionada, así que se acercó al chico y tocó su hombro. Inmediatamente los nervios se apoderaron de ella. Los ojos de aquel chico se habían clavado en los suyos. Sentía lo que nunca había sentido. Se le habían congelado las manos. Su corazón palpitaba a mil. Fue entonces cuando el chico decidió entregarle a la chica la carta que había estado guardando durante algún tiempo. Luego dio media vuelta y desapareció entre la multitud. La chica aún petrificada, intentó abrir aquel objeto para ver qué contenía su interior. De él sacó un papel perfumado que decía: ''Nunca digas nunca, lucha por tu sueño''.