Fue una semana llena de exámenes, el fin de semana anterior estuve estudiando y no salí.
El mejor día fue el viernes cuando ya había hecho el examen de lengua y ya no tenía más, pensando en lo que iba a hacer por la tarde. Cuando llegue a mi casa descanse un rato y me puse a hacer planes con mis amigos, pero de repente cambio el tiempo y no se podía salir ni a la calle por el viento que hacía. Entonces dije ¡MALDITO VIERNES!
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