EL CITOPECO:
Las seis de la mañana, el cielo enladrillado y en la costa un oleaje de ¾ metros de media, así que cojo mi tabla, las aletas y decido tirarme un rato con mi amiga la mar.
Ella es muy grande, con ojos azules y un tubito cristalino en el que se observaba el sol de fondo, la cresta es blanquecina, con plumones asomando de derecha o de izquierda, según le plazca, voy de derecha y un tubito, voy de izquierda y un trompito, la subo y un invertido, nos lo estábamos pasando de lujo cuando de pronto, veo a lo lejos una ola que se acerca lentamente, la más grande de la mañana, así que decido cogerla, la remo y, ¡ZASS! La bajo, ondeo , la subo y ¡BOOOOM! ARS increíble, me caigo, y en el fondo esperando que acabase la serie me encuentro con un ser raro, de untando especial , se hacía llamar el citopeco, apareció y se fue rápidamente, pero lo más extraño es que cada vez que me tiro en la Guancha, me encuentro con este ser.
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