UN BESO IMPOSIBLE.
Esa chica me vuelve loco, vaya a donde vaya siempre la veo, todas y cada una de las horas del día la tengo presente. Aparece tanto en mi imaginación cuando es de día como en mis sueños cuando llega la noche. Siempre la imagino en una playa contemplando la puesta de sol, lleva un vestido blanco por encima de las rodillas y una flor blanca detrás de la oreja. A su lado me encuentro yo, contemplándola, pero por mucho que desee besarla es imposible, sus labios están envueltos en veneno. Daría lo que fuera por poder besarla, así que tomé probablemente la decisión más arriesgada de mi vida y la última. Me incliné y la besé, arriesgué mi vida, cierto, pero sentí algo que soy incapaz de explicar, tal vez mereciera la pena morir para sentir esa sensación.
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