Creo que me siguen.
Creía que era una chica normal, una adolescente sencilla y sin ningún tipo de problemas, hasta que un día al salir del instituto conocí a Ian, un joven que me impresionó desde en el momento en que lo vi. Me sonaba familiar, creía que ya lo había visto antes pero no conseguía acordarme, hasta que leí el periódico. Ian era el gran asesino de mi ciudad, el cual había secuestrado y matado a más de doce chicas con tan solo veinticinco años. Me asusté muchísimo y no se como, pero llegué frente a las oficinas de la policía. Subí aquellas escaleras pero en ese momento me arrepentí, sentí que alguien me observaba, así que me fui.
De vuelta a mi casa fui siempre mirando hacia atrás, porque sentía a alguien justo detrás de mí y entonces lo vi, delante de mí, era Ian, pero me sorprendió dirigiéndose a mí con la palabra hermana.
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