Como todo el viernes salgo con mis amigos a la calle, nos divertimos en la plaza y hablamos de la semana.
Un viernes conocí a una chiquilla, tendría unos 15 años, alta, pelo castaño, ojos verdes y buena figura.
Empezamos a hablar y empezó a notar que me gustaba, no solo su físico (fiiiiiuuuu) sino su personalidad, era alegre, simpática, sincera… era la chica perfecta.
Mis amigos me incitaron a probar algo con ella, pero yo la veía fuera de mi alcance, sus amigas me rumoreaban que le gustaba, no me lo podía creer, ¿Como le voy a gustar?
Entonces se lo pregunte y ella riéndose de mi me dijo que no…
Riéndose… mis amigos unos mentirosos me habían gastado una broma….
Desde aquel día, odio los viernes.
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