Esa sensación…difícil de olvidar, amarga, muy amarga a la hora de tragarla y asimilarla. La que nos vuelve duros, fríos, incluso a los más fuertes, asustadizos.
Muchas veces, es duro, cansado, agobiante, estresante, y así podría estar nombrándolo de cuarenta y tres mil ochocientas noventa y cinco veces, y seguro que sabrías de que hablo.
Yo, personalmente lo conozco bien, muy, muy bien, tanto que por él, he perdido la oportunidad de realizar muchas cosas, la mayoría increíbles, por supuesto, otras…bueno, no tanto. Por otra parte, soy de las que opinan que es bueno vivirlo, sentirlo. Esos nervios, ese malestar, que nunca viene mal, ya que por muchos de esos momentos nos damos cuenta de lo que de verdad tenemos, lo que de verdad queremos y lo que estaríamos dispuestos a dar y hacer para no perderlo.
Muchos, se arriesgan, quieren vivirlo al límite, poniéndose a prueba constantemente, pero bueno, de todo hay en este mundo. Desgraciadamente, hay gente, que no por suerte o desventura no lo han experimentado, y para mi, eso es un gran error, por que realmente nunca sabrán como afrontar situaciones, tomar decisiones, nunca experimentarán ese sentimiento de duda que nos invade a todos constantemente día sí y día también. Realmente, para mi no llegarán a ser personas, personas que sientan y padezcan.
Esto solo es una pequeña parte del todo, de la nada para mucho, de malas rachas para otros tantos, para unos pocos locos de este planeta, el miedo que nos paraliza.
Muchas veces, es duro, cansado, agobiante, estresante, y así podría estar nombrándolo de cuarenta y tres mil ochocientas noventa y cinco veces, y seguro que sabrías de que hablo.
Yo, personalmente lo conozco bien, muy, muy bien, tanto que por él, he perdido la oportunidad de realizar muchas cosas, la mayoría increíbles, por supuesto, otras…bueno, no tanto. Por otra parte, soy de las que opinan que es bueno vivirlo, sentirlo. Esos nervios, ese malestar, que nunca viene mal, ya que por muchos de esos momentos nos damos cuenta de lo que de verdad tenemos, lo que de verdad queremos y lo que estaríamos dispuestos a dar y hacer para no perderlo.
Muchos, se arriesgan, quieren vivirlo al límite, poniéndose a prueba constantemente, pero bueno, de todo hay en este mundo. Desgraciadamente, hay gente, que no por suerte o desventura no lo han experimentado, y para mi, eso es un gran error, por que realmente nunca sabrán como afrontar situaciones, tomar decisiones, nunca experimentarán ese sentimiento de duda que nos invade a todos constantemente día sí y día también. Realmente, para mi no llegarán a ser personas, personas que sientan y padezcan.
Esto solo es una pequeña parte del todo, de la nada para mucho, de malas rachas para otros tantos, para unos pocos locos de este planeta, el miedo que nos paraliza.
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