Aquella tarde de Abril cuando nos vimos por primera vez, aquel fue un día mágico e inolvidable.
Recuerdo que cuando te mire a los ojos por primera vez, inevitablemente el corazón me latía más fuerte de lo normal y me costaba hablar. También recuerdo que después de haber hablado durante toda la tarde, cuando oscureció, te acompañe a coger la guagua y me despediste con una sonrisa, para ti quizás, simplemente fue solo eso, una simple sonrisa, pero para mí fue el motivo por el cual me di cuenta que te quería.
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