Desde hace unos tres meses, vivo en un edificio a las a fueras de la ciudad. Todavía no me he acostumbrado mucho a aquel lugar, pero es acogedor y bastante bonito. La gente allí es muy simpática, aunque no todos. En mi edificio hay hasta 5 plantas, en cada uno de los pisos hay dos apartamentos menos en el último; el quinto.
Allí vive un señor bastante raro. Es alguien a quien ni le gusta el ruido, ni suele hacerlo. Suele subir siempre por las escaleras porque dice que no le gusta el ascensor. Cosa extraña, ya que vive en un quinto piso. No obstante, es muy simpático y ocurrente. Es algo alto, pero no demasiado. Tiene el pelo negro y la voz ronca.
Hay ocasiones en las que, o bien está despistado o simplemente no saluda. Veces en las que o tiene prisa o estará enfadado. Con este tipo nunca se sabe. También es cierto que despierta algo de misterio, de curiosidad. Por lo que he podido comprobar, es bastante presumido, es decir, siempre que lo he visto va muy bien arreglado. Odia los gatos, los perros, bueno, los animales en general. Sin embargo, tiene un bonito canario amarillo y con rayas marrones.
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