Una noche inesperada en Madrid.
Viernes, 30 de abril, noche de frío en Madrid. Allí estaba yo, en un hotel sentada cómodamente en el sofá.Recuerdo que miré mi reloj, eran las 12 de la noche, cuando de repente sonó el teléfono de mi habitación. Lo cogí, y solo se escuchaban ruidos muy extraños. Diez minutos más tarde aproximadamente, sonó otra vez el teléfono. Lo volví a coger, pero tampoco se escuchaba nada. Regresé de nuevo al sofá, miré por la ventana, y en la calle no había nadie, sólo un coche gris con cristales ahumados, y un perro paseando, como si estuviera abandonado. Al rato escuché como la puerta de la entrada se abría muy despacio. Corrí directamente a la cocina, cogí el cuchillo que más afilado estaba, y fui a mi habitación para esconderme en el armario. Observé como la sombra de una persona se acercaba hacía mí. Agarré el cuchillo con todas mis fuerzas, conté hasta tres y salí del armario con el fin de atacar. En ese mismo instante, me quedé bloqueada y sin palabras, al ver que esa sombra era Iker Casillas. Recuerdo perfectamente su reacción, no estaba ni alterado ni enfadado, estaba muy tranquilo y un poco asustado. Inmediatamente llegaron empleados, periodistas, policías…Todos pensaron que yo quería robar o sacar información de la vida de él, pero gracias a dios, todo se puede solucionar. Por lo visto, hubo un error en la recepción, a los dos nos entregaron la llave de la misma habitación.
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