Hablemos de lo que me quita el sueño, tu mirada.
Una mirada puede decir muchas cosas y no decir nada al mismo tiempo.
Tu mirada no es tu amiga, porque tu mirada te delata, ella sabe cómo hablar sin decir una palabra, como gritar cuando necesitas ayuda y como decir te quiero cuando no salen las palabras de tu boca. Así es tu mirada.
No intentes engañarme nunca mirándome a los ojos, tu mirada y yo somos cómplices, nos hicimos amigas el día que me enamoré de ella y justo detrás estabas tú.
Cuando tengas ganas de llorar búscame, porque tu mirada y la mía se empaparán de lágrimas al mismo tiempo, porque ellas se necesitan, se apoyan.
No sé si mañana encontraré tu mirada en el mismo sitio de siempre, a la misma hora, mientras hacemos lo posible por no mirarnos, pero el hecho de no encontrarla no significa que no la vea.
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