Todos tenemos miedo de algo, en algún momento de nuestra vida, yo no soy muy asustadizo pero…tengo miedo.
Tengo miedo de esa palabra, de esa estúpida palabra, tanto miedo, que por miedo, ni siquiera lo intentamos, estamos acongojados, muy pocos se atreven a decirlo cuando lo desean de verdad, muy pocos valientes en este mundo.
Tú estás feliz soñando la vida si estuvieseis juntos, soñando... Pero todo cambia, todo se vuelve oscuro y frio cuando vamos a dar el paso, ese gran paso de decirle a la chica de la que estas locamente enamorado, si ella también está enamorada de ti.
Llegado este punto el tiempo se para, tu cabeza no para de darle vueltas al asunto. Solo pensamientos malos pasan por tu sesera, y cuando llega la dichosa palabra con una exclamación de odio tú la ves y lees: NO.
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