Llevo en mis entrañas tu nombre. Aquel por el que nacen y mueren. Dejas solo lágrimas y dolor en tu camino pero dulce es la miel de tus labios. Cuántos te anhelan, te desean, te cogen y te dejan. Eres viento y calma, eres luz y oscuridad, eres todo lo que el pensamiento da.
Por ti temblaron estas manos del dolor que te llevaste. Por ti no hay día sin lamento, ni noche sin tormento. ¿Pero no te das cuenta que te necesito?
Devuélveme lo que tu lucha se llevo. Los días y los años que marcaste en mi piel. No tuviste piedad de este corazón que por ti sangre de su sangre apartó.
Llevo en mis labios tu nombre y cuánto quisiera gritar que por ti hoy moriré, mi libertad.
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