Y cada vez queda menos. Sueño con el día en que
lo vuelva a ver. Poder contarle, después de tanto tiempo,
lo que me ha pasado en su ausencia. Darle un fuerte abrazo
y decirle: Hola hermano, ¿cómo te ha ido en todo en este tiempo?
Me encantaría que al llegar me cuente esa experiencia que ha
vivido. Durante este año, he echado en falta tantas cosas.
Sus tonterías, sus enfados, su risa y su diversión. Incluso
añoro escucharlo hablar y escuchar música en la
madrugada. Tumbada en mi cama pienso en ese día.
En tenerlo aquí de nuevo conmigo, y en que ya no se irá, porque
he estado jugando a ser hija única y, me he dado cuenta,
de lo importante que es en mi vida, y que ésta no sería
la misma si me él no estuviera.
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