Abenaura González
No me das miedo tú, no me malinterpretes, me da miedo tu recuerdo. Te tengo en algún rincón de mi mente, y por las noches oigo tus gritos diciéndome libérame, siénteme (Y vaya) Casi siempre consigues escapar, yo me quedo en un rincón abrazándome, rezando "no me encuentres"... Siempre me encuentras. Y mi corazón intenta escapar de ti pero tú me susurras "tranquilízate, no voy ha hacerte daño... pero ya me conozco el final de esa historia... cuando consigo creerte tu cara cambia por completo, dejas de infundirme valor y me sonríes de tal manera en donde yo vuelvo a chillar. Y como cada noche te abalanzas sobre mi y me arrancas el corazón del pecho para después irte y dejarme sola otra vez, sangrando. Cuando dejo de oír tu macabra risa en el eco de mis rincones, miro mi pecho, ahora abierto y vacío como un agujero negro. Duele, los bordes me queman, ensanchándose más y más, consumiéndome poco a poco.
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