Hoy no es mi día
Eran las 10 de la mañana y otro día comenzaba. Era viernes y no había nadie en casa. Entonces empecé a bajar las escaleras que me costaban bajarlas porque estaba recién levantada, de repente un resbalón y ahora bajaba las escaleras más rápido. Esto si que es un buen despertar. Me preparé el desayuno: tostadas con mermelada, un café cuyo sabor era especial… Lo típico de todas las mañanas. Ahora me disponía a salir de casa y hacía un día espléndido pero una multa en mi coche me nubló el día. Fui a trabajar donde me esperaba una sorpresa, una enorme fila de papeles. Estuve toda la tarde en el trabajo donde terminando el día fui despedida. Volví a casa, me acosté y solo esperaba estar en un sueño pero los sueños, sueños son y yo estaba en la realidad.
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