Querida Dory:
Soy Sebastián, el amigo de Ariel, el cangrejo; aunque amigo, bueno… En realidad, paso todo el tiempo vigilándola y tengo que evitar que haga locuras; cumpliendo así las órdenes de su padre Tritón, el Rey del Mar. Así que de amigo nada.
Te escribo esta carta para saber si finalmente encontraste a Nemo. Algunos amigos me contaron que el viaje fue duro y que tuvieron que superar varias pruebas, como librarse de meduzas o peces malos como Úrsula, pero no me contaron el final. Sin embargo, supongo que Marlin se habrá reencontrado son su hijo Nemo, ya que debe existir un final feliz como en mi cuento. De ser así, debes reconocer que no habrá sido por tu ayuda, ni por tu memoria; aunque bueno, a lo mejor, recordaste algo del pasado que fue determinante para el encuentro de Nemo y su padre.
En cualquier caso, espero que leas esta carta y sepas que tienes un amigo al otro lado del mar. Lo que no esperaré es tu respuesta inmediata, no creo que te acuerdes.
Tu amigo, el cangrejo Sebastián.
P.D. Ariel está en el mundo de allá arriba ya que, como siempre, hace lo que desea.
Acosta Santana, Cirenia
2ºE
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