Cuando suena el teléfono
Era un día tranquilo en el que estaba tumbado en la cama, sin saber que hacer. La verdad, no tenía ganas a nada. Estaba deprimido, por la situación en la que me encontraba, no era nada importante. Solo es que me estreso con tonterías y no se van de mi cabeza. Se me ocurrió una cosa, quería verla, sabía que ella es la única capaz de sacarme una sonrisa por muy mal que esté. Es fantástica, se preocupa mucho por mí. El día anterior, ella sospechaba que me ocurría algo, será porque me vio raro, no era yo mismo. Sonó el teléfono, me levanté a cogerlo. ¡Era ella! Me dijo que iba a venir a verme. Yo ya estaba muy feliz, con ella me encuentro genial, me olvido de todo lo malo. Solo soy capaz de pensar lo afortunado que soy al tenerla a mi lado.
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