Intentaba dormir porque sentía un gran cansancio que se apoderaba de mi completamente. Necesitaba sumergirme en el maravilloso mundo de los sueños y dejar de pensar por unas horas en lo que me había pasado , no haría ni dos días. Quién me iba a decir a mi que con tan solo pensar en el ejercicio que mi profesor me había mandado para la asignatura de lengua, iba a pasarme lo que me pasó.
El profesor nos había mandado a escribir un texto extraño pero a la vez interesante. Quería que en él apareciera la frase "Una palabra elegante" y que hubiera una palabra elegante en ese texto.¿Pretendía jugar con nuestras mentes? Me digné a hacerlo, sin imaginación alguna por supuesto. No me centraba mucho, pensaba en que tenía hambre, que tenía ganas de salir con mis amigos y hasta tenía ganas de estudiar con tal de no hacer aquel texto. Tras pensar y pensar , se me ocurrió de que hacerlo y me centré en pensar en una palabra elegante para éste. Miré a la pared, pensativa, y de repente en ella apareció escrita la palabra "Refulgente", me sobresalté, cerré los ojos y cuando los volví a abrir ya no estaba.
No se si lo que vi fue causa del cansancio, pero acabé utilizando esa palabra para el texto y el profesor me felicitó porque le había resultado un texto muy imaginativo.