Hace mucho, mucho tiempo atrás, vivían tres apuestos chicos, que trabajaban de campesinos hacía ya cinco años, debido a que sus padres murieron y quedaron a cargo de sus hermanos menores.
Tras caminar mucho todos los días para ir al trabajo, un día uno de los chicos decidió no volver a ir más, pero sus hermanos no le dejaron hacer cumplir sus deseos. Tras mucho tiempo discutiendo que sería lo mejor para todos, decidieron que se quedara, pero con una condición: " Traer dinero a casa como ello lo estaban haciendo".
Tras pensar como hacerlo, eso de buscar dinero sin ir a trabajar, se le ocurrió salir a la calle
Tras caminar no más de tres kilómetros, se encontró con una gran verja, que custodiaba un precioso palacete.
El joven chico entro en él, y se percato de que algo sucedía, ya que la preciosa princesa que vivía allí, daba gritos de ayuda.
Se encontraba en el segundo piso, allí estaba atada a una silla.
Tras desatarla de allí le dio las gracias. Ahora ellos están casados y todos viven en el palacete con ellos, sin pasar desgracias ni miserias.
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