Lectores y escritores

En este apartado el protagonista es el lector y sus creaciones, EL LECTOR ESCRITOR, en su sentido más amplio; es decir, no sólo el lector de mis libros sino todo aquel que quiera enriquecer este rincón literario con sus textos. Envíalos a la dirección:

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La luz en la niebla. Pedro Márquez. Gran Canaria.



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¡BIENVENIDOS!

Relato breve. Coraima Marrero Molina

Cuando desperté aquella mañana en la orilla del mar descubrí unas huellas que parecían caminar hacia las olas. La noche había sido silenciosa y si hubiera habido gente allí, me habría dado cuenta. Me pregunté de qué se trataba y no encontré respuesta. Por un instante, el que duró aquel escalofrío, creí recordar algo que había soñado hacía escasos momentos. En mi sueño creí que me había convertido en sirena, que una noche mágica de agosto se me concedía el deseo de visitar la playa. En aquella playa había encontrado una mujer que caminaba en dirección al agua, sin duda que planeaba acabar con su vida. Pero la arrastré junto a la orilla y la hice mirar al mar: «Mira que bello».

Luego desperté de mi sueño y no supe el final.

Al ver aquellas huellas no entendía nada pero al fin comprendí que durante aquella hermosa noche en que visité la playa se me concedió, en mis sueños, convertirme en una sirena que me hizo recordar que vivir es bello.

Relato Breve (Abril) - Sandra Sánchez Castellanos

Y allí estaba yo, acostada sobre la arena.

La arena de aquella playa que se asemejaba al paraíso.

Estaba tan feliz de estar allí, llevaba meses deseando que llegase el verano

para volver a disfrutar de las olas, de ese olor a mar.

Me levanté ensimismada en mis pensamientos, me acerqué a la orilla

y lo vi.

Allí estaba el.

Recuerdo como iba vestido el verano pasado cuando le conocí.

Me emocioné al pensar que estaba allí por mi, pero no fue así.

Me fijé bien y al lado suyo había una chica.

Una chica muy alta.

De repente, todo se tornó oscuro, ya no veía el sol, ya no encontraba el horizonte.

Me metí en el agua y olvidé.

Acabo de despertarme, todos los que están en esta habitación dicen conocerme,

pero no es cierto, yo no los reconozco.

Solo recuerdo aquel mar y como aquellas olas arremetían contra mi.

Poema breve sobre el mar. Sindia Bolaños Galván 4ºB.

El mar azul está bravo,
las olas inmensas crecen.
El mar verde está triste,
como tus ojos que ya envejecen.

El mar azul está enfadado,
las algas enredadas florecen.
El mar verde está amargado,
quiere ver al sol cuando amanece.

El mar azul está condenado,
las olas bajas ya decrecen.
El mar verde está dolido,
los peces contentos se sumergen.

Oh mar azul y mar verde
que triste sensación tienen,
las nubes grises al sol oscurecen,
el viento silva fuertemente.

Relato Breve IV. Sobre el mar. Paula.D.B 4º.C

 Y allá, sentados a la orilla del mar, sobre la húmeda arena y bajo la hermosa luna, me besó por primera vez. Observando el firmamento lleno de estrellas brillantes, acariciados por la brisa fresca que nos ofrecía el mar hablamos de mil cosas, siempre mirándonos a los ojos. Fue entonces cuando al terminar nuestra conversación, me beso en la mejilla y se incorporó. Se dirigía hacia el mar. Cuando ya sus pies rozaban el agua, se volvió a mirarme y lentamente desapareció entre las olas. En ese momento desperté y supe que todo había sido un sueño, pero no lo entendía. Soñé con el mar, con su sonido, su apariencia y forma, con él. Sin embargo no lo comprendía. Al día siguiente lo entendí, cuando encontré su cuerpo tumbado en la arena, frío e inmóvil.

Poema Sobre El Mar. Brian Perdomo Martin 4ºc

     

      En la playa larga y solitaria,

      cuando el sol comienza a acariciar

      las dunas y las olas,

      cuando las gaviotas y los peces

      saludan el despertar de la mañana,

      entonces el mar, mi mar,

      me habla de emociones contenidas

      mientras mis pasos presurosos

      interrumpen el cristal claro de las aguas

      en las orillas de la playa.

 

      Entonces me hago de sueños

      y dejo acunar los sentimientos dormidos

      en cada paso, en cada huella

      de aguas y de arenas. Entonces

      mi canto es un canto de peces y gaviotas,

      de barcos que faenan a lo lejos,

      de bancos de sardinas o jureles

      que buscan su amor desesperado.

 

      Y mis pasos, que el agua borra

      pero que guarda la arena dorada,

      son versos de esperanza

      que voy lanzando a los vientos,

      al agua, a las olas, a las gaviotas

      a todo lo que añoro y lo que amo.

Relato Sobre El Mar. Brian Matias Perdomo Martín 4c

Enamorado del Mar


Ya de pequeño, su madre solía llevarle a la playa cada mediodía, a esperar el regreso de la barca de su padre. Desde el primer día le gustó a Joselu esa criatura azúl y cambiante en la que su madre solía sumergirle, bien agarrado por las axilas, para a continuación envolverle en una toalla y sentarle en la arena, al sol. Joselu disfrutaba mucho con ese sabor a sal que se le quedaba en la piel tras sus baños, con ese perfume marino que se resistía abandonar su cuerpo.
Agua y sal, sol y brisa, todo parecía relacionado con el mar.
Las innumerables conchas, cristalitos y piedrecitas que recogía en sus paseos por la orilla le parecían trocitos de ese alma oceánica que es infinita, pedacitos de un corazón que latía en cada ola. Cuando, ya en su casa, dormía, las conchas que guardaba bajo la almohada le permitían seguir oliendo el aroma de ese mar que era padre y madre, le transportaban a sueños azules entre profundidades siempre en movimiento.
Más tarde, comenzó a acompañar a su padre cuando éste se iba de pesca. Aprendió los secretos del océano, a respetarle, temerle y amarle como hacen todos los pescadores, a agradecerle esos hijos que cada día les ofrecía y que eran el sustento de su familia. Pasó incontables horas al sol subido en la barca, mirando ese mundo misterioso que parecía más mundo que el otro.
Siempre tuvo Joselu la impresión de que la tierra se estaba demasiado quieta...
Pasaron los años, raudos e imperceptibles, y fue él quien se convirtió en pescador. No había mañana en que, casi al amanecer, no apareciera la silueta de Joselu andando por el espigón hacia su barca. Ni siquiera en los días de lluvia faltó él a su cita. En esas ocasiones no sacaba la barca, simplemente se quedaba sentado en la playa, con el sombrero calado hasta la nariz, mirando fijo la unión entre el agua de arriba y la de abajo.
Todos los del pueblo lo decían, ese hombre no podía vivir sin el mar.
Joselu se fue haciendo viejo, azotado por muchos años de sol y agua salada. Nunca se casó, el mar es una amante celosa que no permite infidelidades. Y Joselu era el más fiel de los amantes. Cuando ya no tuvo fuerzas para sacar la barca, se conformó con ir cada día a la playa y cada tarde al paseo marítimo, donde se acodaba sobre el muro de piedra y pasaba las horas muertas mirando su mundo. La gente se reía de él, aunque sin mala intencion,  solo era un pobre viejo enamorado del mar. Todos le conocían, todos sabían y repetían que Joselu no era capaz de vivir sin el mar. Por eso a nadie le extrañó que un día unos pescadores encontraran la barca de Joselu en mitad del mar, vacía, balanceándose plácida entre las olas.
Joselu era muy viejo, estaba un poco enfermo, y ya se sabe, quien vive por y para el mar no puede encontrar mejor tumba que ese mismo mar que tanto amó y del que ya nadie podría separarle núnca

Relato sobre el mar. Irene García Vico.

Y de repente me sentí lo suficientemente preparada como para entrar en aquella habitación, ahora sola.

A pesar del desorden y del paso de los días yo no perdía la esperanza.

Sabía que allí olía a mar, que podría encontrar los últimos recuerdos vividos a su lado. 

Me sorprendí al verme reflejada en aquel espejo en el que tantas veces él 

se miraba y se hacía mil peinados.


Impresionante: Todavía podía oler a él tanto como echarle de menos, de sentir como una brisa de mar que me recordaba su nombre, cerrar los ojos y oír las olas del mar y recordar cuando corríamos por la arena de pequeños. Desde aquel día no he sido capaz de volver a entrar sin llorar por su ausencia.

MICRORELATO SOBRE EL MAR.EDUARDO RODRIGUEZ JIMENEZ

Un fuerte oleaje azotaba la costa. Raúl desde su casa apreció que en alta mar habían varios barcos terminando de pescar. Cuando Raúl terminó de vestirse se acercó hasta el muelle de su pueblo para darle la bienvenida a su tío que venía desde muy lejos. Su tío fue a comer a casa de su sobrino y a hablar con él. Estuvieron un buen rato hablando y después se marcharon a dar una vuelta en barco. Al día siguiente la madre de Raúl esperaba su llegada pero é l no llegó ni tampoco su hermano. Fueron los dos a pescar pero no llegaban. Ella se asustó mucho al ver el gran oleaje cuando de repente vio el barco acercándose. El barco venía lleno de pescado, el que Raúl y su tío habían pescado para venderlo en el mercado.

Fwd: Relato breve sobre el mar. Sindia Bolaños Galván.

Hola, soy Pepa la pez, y voy a explicar como es mi medio. Yo vivo en el mar que es líquido, donde hay una gran concentración de sales. Y donde hay muchos amigos de distintas especies y familias. El mar tiene muchos, muchos millones de años, más de cuatro mil seiscientos y tiene miles de kilómetros. Su color depende del sustrato en el que se encuentra ó del color del cielo que se refleja en él. En las zonas donde hay fosos el mar es muy profundo y en ellos viven unos seres muy feos a los que nunca les llega la luz del sol. En otras zonas hay animales preciosos como las corales y cnidarios que no viven a tanta profundidad y tienen un amplio abanico de colores. Mi hogar es precioso y se pueden decir muchas cosas de él, estás invitad@ este verano a entrar.

Relato breve sobre el mar. Sindia Bolaños Galván.

Hola, soy Pepa la pez, y voy a explicar como es mi medio. Yo vivo en el mar que es líquido, donde hay una gran concentración de sales. Y donde hay muchos amigos de distintas especies y familias. E l mar tiene muchos, muchos millones de años, más de cuatro mil seiscientos y tiene miles de kilómetros. Su color depende del sustrato en el que se encuentra ó del color del cielo que se refleja en él. En las zonas donde hay fosos el mar es muy profundo y en ellos viven unos seres muy feos a los que nunca les llega la luz del sol. En otras zonas hay animales preciosos como las corales y cnidarios que no viven a tanta profundidad y tienen un amplio abanico de colores. Mi hogar es precioso y se pueden decir muchas cosas de él, estás invitad@ este verano a entrar.

RELATO SOBRE EL MAR. PAULA BOLAÑOS GONZÁLEZ.

Por fin decidimos ir en busca de la playa de la que tanto habíamos leído en leyendas marinas. Era una playa, según la leyenda, de día muy tranquila, bonita y paradisiaca ; de noche muy mágica y tenebrosa. Allí había transcurrido la historia de amor entre un pescador  y una sirena. Se enamoraron perdidamente el uno del otro, pero ni él podía vivir en el mar para siempre, ni ella en la playa. Cuenta la leyenda, que la sirena en un acto de locura se llevó al pescador al fondo del mar, éste murió ahogado. Y es aquí donde está la leyenda, porque de noche se puede percibir el espíritu del pescador vagando por la playa y el mar muy bravo y revuelto debido al lamento y los sollozos de la sirena por haber acabado con la vida de su único amor.

Relato del mar. Paola Díaz Jorge

Como todos los veranos Julia pasa sus vacaciones en el pueblo, cerca de la playa. Cada tarde sale al mar, le encanta su olor, la sensación de libertad, le fascina el mar. ¿Que tiene el mar? ¿Que esconde toda esa agua?

Julia dice que el mar esconde la magia que no hay en la tierra, una magia que nos hace sentir libres, como peces, sintiendo que cada día es totalmente diferente al ayer, sin recordar que nos preocupaba, y hoy simplemente tienes que ser feliz, descubriendo lo inmenso que es mar y toda la felicidad que se esconde bajo el.

Relato Breve sobre El Mar por Irene Viera Díaz

Despreciables criaturas habitaban sus entrañas, se alimentaban del odio, la envidia y la oscuridad. Ellos también querían ser como esos seres luminosos, poder recorrer territorios inexplorados, poder respirar. Dejar atrás sus estúpidas branquias y sus malditas aletas.


Ellos querían sentir algo más allá de la envidia y del odio. Querían sentir amor, el calor de otros, fraternidad, vida. Anhelaban todo... todo lo que nunca habían tenido.


Pero en el mar hacía frío, allí se te calaban los huesos, y también, el corazón.

Relato Breve. Marta Diaz

El mar

Una tarde de verano, el sol brillaba, parecía una tarde normal pero algo cambiaría. María una chica tímida que soñaba con encontrar el amor, alguien que le cambiara la vida. Allí estaba sentada en la cálida arena de aquella hermosa playa, no pensaba en nada solo quería olvidar todo y empezar de cero. A lo lejos vio una sombra, no sabía que sería pero no se atrevió a levantarse, y era él un chico alto rubio y de ojos verdes que parecía sacado de un cuento. María no dijo nada solo miró como se acercaba hacia ella. Y allí en aquel mágico lugar, junto al mar, encontró lo que siempre había soñado, alguien que le cambiaría la vida.

El mar

Una tarde de verano, el sol brillaba, parecía una tarde normal pero algo cambiaría. María una chica tímida que soñaba con encontrar el amor, alguien que le cambiara la vida. Allí estaba sentada en la cálida arena de aquella hermosa playa, no pensaba en nada solo quería olvidar todo y empezar de cero. A lo lejos vio una sombra, no sabía que sería pero no se atrevió a levantarse, y era él un chico alto rubio y de ojos verdes que parecía sacado de un cuento. María no dijo nada solo miró como se acercaba hacia ella. Y allí en aquel mágico lugar, junto al mar, encontró lo que siempre había soñado, alguien que le cambiaría la vida.

Relato breve. Marta Diaz

Relato Breve. Marta Díaz

Relato breve. David Marcos Cabrera

Un día por la mañana, José y su amigo Felipe salieron en un barco para pasar el día pescando, al llegar al sitio de pesca, montaron sus cañas, prepararon los cebos y se pusieron a pescar. El día estaba perfecto, no había viento ni nubes y la marea estaba en calma. Los amigos algunas veces sacaban algún pez y cuándo veían que no picaban, encendían el motor y se cambiaban de sitio, cuándo empezó a anochecer recogieron las cosas y se fueron hacía el muelle, atracaron el barco y cogieron el coche. Ésta noche cenarían pescado.

Relato breve, el mar. Carolina Martín García

Todos los veranos volvíamos a vernos en ese mismo lugar de siempre,
el alegre pueblo de veraneo que visitábamos durante toda nuestra vida.
Aquel cabello rubio, esos ojos caramelo, su figura alta y esbelta
son de las pocas cosas que sabes que jamás se borraran de mi mente.
Tantos paseos por las calurosas y coloridas calles,únicos testigos de
nuestro amor; la arena negra que dulcemente abrazaba nuestros pies
y aquel mar incesante que nos aportaba tantos grandes momentos..
Y es en el frío invierno cuando nos damos cuenta qué solo
tenemos ese mar inmenso de recuerdos...

Relato breve sobre el mar. Yaritza Santiago Bolaños

El lugar de los secretos.

Era de noche y la sombra de dos enamorados se reflejaba con la luz de la luna en el camino hacia el mar, el golpe de las olas interrumpían el avanza de sus pasos llegando al agua. Se alarmaban con los pequeños ruidos y acelerados, escondían sus cuerpos en la oscuridad. Eran dos personas que se anhelaban, dos seres que ocultaban su atracción por temor a ser descubiertos. Alguien doblaba la esquina y la pareja de enamorados ocultaba sus caras abrazos con el viento. El amor de ellos estaba prohibido, nadie debía verlos.

Al llegar a la orilla de la playa, a salvo ya de las miradas acusantes se besaron ene la arena y olvidaron que más allá de aquella oscuridad sus dueños les esperaban a la salida del trabajo.

Cynthia Santiago Gonzalez Relato breve sobre el mar.

María era una chica de trece años que vivía en un lugar donde no habían playas.
Sus padres siempre estaban trabajando, asi que nunca se había bañado en el mar,nisiquiera lo había visto,solo en fotos.
Un verano,su abuela que vivía en la costa le llamó para invitarla a pasarse quince días con ella, y asi aprovecharían e irían juntas a la playa.
A María nunca le gustó el sol,ni los sitios donde hubieran muchas personas,asi que una noche fue ella sola a dar un paseo por la orilla.
Iba por la arena,pero desde que el agua del mar le tocó sus pequeñas piernas,María cayó directamente al suelo,muy asustada se miró las piernas,y ya no estaban,en su lugar había una cola de sirena.
Entonces una ola la arrastró a lo mas profundo del océano.
Muy sorprendida contempló el mundo que le rodeaba bajo el mar y le gustó tanto que allí se quedó para siempre.

Canción de comba. Raquel Alejo Rodríguez. Gran Canaria

 

¡Ay! Mamá,

¿de cuántos años me voy a casar?,

de 25 (por ejemplo)

no me lo creo,

vamos a contar,

1, 2, 3…

Relato Breve III. Paula.D.B 4ºC.

No sé porqué, pero hoy su sonrisa brillaba más que nunca. Sentada en el patio lo observaba cuidadosamente. Llevaba la mochila en un solo hombro, dejando caer el resto de ésta, a un lado de su perfecta anatomía. Se dirigía a un árbol considerablemente grande, lugar en donde siempre le gustaba leer. Tomó en sus manos un libro para mí desconocido y comenzó a leer. Él era el motivo por el cual yo estaba allá, analizando sus movimientos. Buscando su mirada, que provocaba en mí una sensación inexplicable. En ese momento, sobraron las palabras. Cerró su libro con decisión. Ese gesto me dio a entender que su lectura había finalizado. Se incorporó y lentamente se dirigió hacia mí. Me ofreció su mano y la tomé con timidez. Nos miramos y pude disfrutar de cerca esa hermosa sonrisa, que iluminaría el día si el sol no saliese.

Evey. "Composición corta de magrugada: Tiempo"

Como cada día despertó cargada de melancolía,

Angustiada, por ese dolor que la perseguía,

Que la consumía, que se la comía…

Atrapada, sin saber cómo pararlo,

Como matarlo o disfrutarlo,

Como apartarlo, arrinconarlo en el cuatro…

(O tal vez en el cinco)

¿Importaba el número acaso?

 

Como cada día despertó cargada de desesperación,

De frío, de calor…

Desesperada, sin saber cómo arrancársela,

Cómo extirparse esa astilla,

Esa aguja,

Que le recordaba cada día que no es dueña de su vida;

Que no le pertenecían sus días,

Su infancia, sus recuerdos,

Todo desaparecía sin permiso,

Todo, por culpa del tiempo.

Su mundo se desvanecía…

Ni siquiera era dueña de su miedo,

Y mucho menos de sus pensamientos…

 

Como cada día despertó, hoy viernes, tocaba frustración.

-"¿Viernes? ¡Qué importaba…!"

Ni siquiera distinguía los días…

Solo sabía que ese era el momento de la frustración,

De conocer el porqué de su agonía,

De saber que lo importante son esas manecillas,

Que giran y girar sin parar,

Ese "tic-tac" inmortal que no le deja respirar…

 

Como cada día despertó sin saberse aún joven o vieja…

¿Cuánto tiempo pasó desde que dormía?

Un año...¿tal vez dos? No lo sabía…

Solo era esclava del tiempo,

Que la humillaba sin escrúpulos, sin miramientos,

Que la sometía a la tortura de saber que la vida

Solo era un préstamo,

Que cada minuto tenía  un interés,

Que cada año tenía el coste de un mes…

Que se equivocaba cuando pensaba

Que no importaba si eran la una, las dos, o las tres.